Colaboradores histriónicos y un masaje a Gloria Camila han protagonizado el estreno de ‘Ya es verano’, el nuevo programa de las tardes del fin de semana de Telecinco
Los espectadores que han sintonizado Telecinco este sábado por la tarde deben estar todavía asimilando lo que han visto. La cadena principal de Mediaset ha estrenado ‘Ya es verano‘, un nuevo magacín producido por Unicorn Content para las tardes del fin de semana. Si bien el adiós de ‘Viva la vida’ prometía dar una bocanada de aire fresco para la franja, ‘Ya es verano’ ha demostrado que el resto de estaciones del año tampoco están tan mal. Un batiburrillo de secciones y un grupo de colaboradores histriónicos han protagonizado un estreno sin demasiado sentido, que recordaba a todo sin ser nada a la vez.
Con Gloria Camila como gran baza para el estreno, ‘Ya es verano’ ha buscado seguir inflamando la herida que envuelve al clan Jurado. Tras ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva‘, es increíble seguir viendo como la guerra de productoras prevalece ante todo. El programa producido por la empresa de Ana Rosa Quintana ha seguido dando voz a personas que han demostrado ser cómplices de auténticas barbaridades. Ahora, la guerra se centra en la confrontación entre Ana María Aldón y José Ortega Cano, situando a Gloria Camila como poseedora de la verdad absoluta.
El tono descarado de Verónica Dulanto ha protagonizado el espacio «Salseo» de ‘Ya es verano’, que ha contado con Miguel Ángel Nicolás, Amor Romeira, Saül Ortiz y Beatriz Cortázar como colaboradores. «A ver si el resto de programas de esta casa deja de mentir de esta manera a la audiencia, porque es un poco cruel», espetaba Gloria Camila en su primera intervención tras entrar como si de una superestrella se tratase al plató del programa. Y es que el programa entiende la prensa del corazón de una manera muy diferente a otros programas, como ‘Sálvame’, generando un espacio demasiado hostil y extremista.
La visita de Máximo Huerta deja perplejo al escritor
Ciertamente, ‘Ya es verano’ es la unión de tres programas diferentes en uno. La franja liderada por Frank Blanco, centrada en el humor y los vídeos virales, recuerda al programa que presenta el catalán en 8tv. De hecho, la factura de ambos espacios parece ser muy similar. Al puro estilo ‘Aruser@s‘, Amor Romeira, Alejandra Castelló, David Amor y Xenon Spain han repasado vídeos de caídas y accidentes.
En este mismo espacio, Máximo Huerta ha visitado el plató de ‘Ya es verano’ para promocionar su novena novela. Su cara ha sido muy divertida cuando ha sido consciente que haría de todo menos hablar de su libro. El bofetón de Will Smith y un reto de mover copas con papel higiénico. Un baño en una piscina de plástico llena de hielos o incluso una versión rumbera de Slomo. Multitud de chorradas se han antepuesto a hablar sobre el entrevistado. «He venido a ‘Ya es verano’ porque eres tú y para mandarle un beso a Ana Rosa«, ha dejado claro el escritor.
Un bloque informativo demasiado alarmante
En cuanto a la franja informativa del programa, presentada por Marta González Novo, coge la tónica Piqueras. Todo es terrorífico, abominable, impactante y terrible. La viruela del mono, estigmatizando al colectivo LGTBIQ+ a más no poder, y los pinchazos en discotecas, enfocado como una «nueva moda» entre los jóvenes, han sido algunos de los temas que se han tratado en un bloque que funciona bien como transición entre el salseo y los servicios informativos de Telecinco.
Sin duda, ‘Ya es verano’ imita fórmulas de éxito sin saber ejecutarlas. La cutrez que la audiencia compra en ‘Sálvame‘, no la permite en ‘Ya es verano’. Y no por preferencia al programa de La Fábrica de la Tele, sino porque el programa producido por Unicorn Content carece de naturalidad alguna. Los colaboradores son de plástico, meros comunicadores del mensaje que interesa hacer llegar a los espectadores. Adalides del periodismo del corazón que se olvidan de lo más importante: conectar con el que está al otro lado de la pantalla. Y si no conectan al mediodía, ni tampoco a las ocho, difícil lo tendrán conseguirlo en verano.
