La ganadora de la segunda edición de ‘Drag Race España’ hace balance de su paso por el formato y de la final del programa.
La segunda edición de ‘Drag Race España’ ya ha coronado a su ganadora. Tras once intensas semanas de concurso, la final del reality drag por antonomasia llegó el pasado domingo 5 de junio, cuando se dio a conocer la victoria de Sharonne. En el episodio, las cuatro finalistas –Estrella Xtravaganza, Marina, Sharonne y Venedita Von Dash– compitieron por la corona mediante la participación en un videoclip de Supremme DeLuxe y el lipsync final al ritmo de ‘Ni tú ni nadie’, de Alaska y Dinarama. Hablamos con Sharonne tras su flamante coronación.
Sharonne, ¿Cómo te sientes tras tu victoria en ‘Drag Race España 2’?
Estoy contenta y muy satisfecha. Era una final muy reñida porque todas teníamos mucho talento. Por mucho que mires redes y que unos y otros te digan, nunca sabes lo que va a pasar hasta el último segundo. Además, el hecho de haber logrado el mejor ‘track record‘ internacional ya es un premio. Es un orgullo haberlo traído a España, hemos hecho un poco de historia.
¿En qué medida crees que ha afectado tu trayectoria previa al concurso en tu victoria?
Me ha ayudado mucho a poder enfrentarme a todas las pruebas que se me han ido poniendo. Aunque para mi es relativamente fácil enfrentarme a una prueba de interpretación, de canto o de baile, nunca las tienes todas contigo. Siempre hay dudas, hay nervios, el tiempo es muy ajustado… El hecho de que yo llegase con cierta seguridad no me aseguraba nada. Es importante destacar que me sentí muy cómoda en el programa y me pude desenvolver muy bien. Se acaba proyectando mucho cuando te encuentras en un ambiente de comodidad.
Fuiste una de las concursantes menos conflictivas de la edición. ¿Crees que eso te ayudo a encajar dentro de un perfil de ganadora?
Sinceramente, no lo sé. Lo que nosotros vivimos dentro está aislado. El programa no se emite a la par que se graba, por lo que no tenemos un feed back. A mi los conflictos no me vienen nada bien, no me gustan, por lo que evito meterme en ellos. Entiendo que cada una habrá tenido sus opiniones y las respeto. Es muy difícil sacarme de mis casillas, siempre le encuentro un porqué a todo. Supongo que hay gente que habrá podido empatizar con esto, mientras que mucha otra me habrá tildado se aburrida.
Carmen Farala delegó en ti en la gran final haciendo alusión a la presión del reinado. ¿Cómo te enfrentas tú a este aspecto?
Todavía no he tenido demasiado tiempo de sentir la presión, está siendo todo muy frenético. De momento, he madrugado muchísimo para cumplir con la agenda, pero es algo que ya hacía antes para grabar ‘Reinas al rescate‘. Incluso creo que ahí había todavía más presión porque tratábamos con historias muy personales con las que había que tener mucho cuidado.
Hablabas en la final de tu crecimiento y desarrollo en el mundo del drag. ¿Qué vamos a ver de Sharonne a partir de ahora?
El otro día recibí unos mensajes de personas que me conocen desde hace mucho tiempo y me decían que no habían visto en el programa ni la mitad de todo lo que es Sharonne. A mi me sorprendió porque creo que en el programa he hecho de todo, incluso cosas que no sabía que podía hacer. Sin embargo, la sensación externa es de que hay muchas cosas de Sharonne que la gente no ha visto. Yo espero que la gente a la que le gusta lo que hago siga descubriendo cosas maravillosas y siga enganchada a mi trabajo.
Las redes sociales se mostraron algo insatisfechas con la calidad del lipsync final. ¿Cómo lo vivisteis en el momento de la grabación?
Cuando pudimos ver el programa, escuché a varias de mis compañeras decir que no estaban muy de acuerdo con la elección del tema musical. Muchos no lo hubiesen escogido para un lipsync final y quizás también estaba la referencia del lipsync de Carmen Farala la pasada edición, que fue una canción de Rocío Durcal que tenía mucho drama con el que podías jugar.
Puede que la audiencia esperase algo parecido y es probable que una canción similar la hubiésemos encajado mejor las finalistas, porque era lo que esperábamos. De todos modos, es un concurso y teníamos que estar abiertas a lo que pudiese pasar. A mi nunca me dio miedo tener que maquillarme en cinco minutos dentro de la competencia y acabar como una ‘espantaja’, vinimos aquí a jugar, abiertas a lo que nos propusieran y el lipsync final era parte de ello. Había que defenderlo como se pudiese.
¿Cómo habéis llevado en esta edición este tema del odio en redes?
Cada una lo ha llevado a su manera. Hay que decir que el amor y el cariño es casi siempre mucho mayor, aunque siempre va a haber haters. Yo defiendo que hay que aceptar las críticas, pero hay gente que verdaderamente va con la intención de hacer daño y hay que aceptar el carácter de cada una de las participantes y cómo pueda reaccionar ante ello.
¿Estaba esto muy presente durante las grabaciones?
En absoluto. Yo diría que sólo fui consciente de lo que hacía durante la grabación del primer programa porque estaba en un entorno nuevo, rodeada de cámaras, pero enseguida me acostumbré. A partir de entonces, lo que pasa en el werk rook, todo lo que nosotras decimos y hacemos, es fruto de la relajación, de haber neturalizado ese entorno. Es imposible estar 24 horas pendiente de todo lo que dices. Además, vivimos en una sociedad súper exigente, una generación muy complicada con el tema de las ofensas y a veces hay que tomarse las cosas con un poco de humor.
¿Cómo es la relación entre las concursantes tras el concurso? ¿Hay buena atmósfera o prevalecen los conflictos?
Durante la emisión del capítulo final, nos reunimos en un camerino y hablamos de hacer una quedada para el próximo estreno de ‘Reinas al rescate’. Y vamos a pedir pizzas, que a mi me encantan (risas). Es más, después de la coronación, hubo muchos momentos de abrazos y confesiones muy bonitas, fue muy emocionante.
En estos momentos en los que empiezan a producirse nuevos formatos de la franquicia que incluyen competencias internacionales o entre ganadoras, ¿Te verías participando en alguno de ellos?
Yo siempre me tiro a la piscina, aunque también es cierto que hay que dominar muy bien el idioma para participar en un formato internacional. Yo me defiendo con el inglés, pero quizás no tengo el nivel. ¿Me gustaría? Pues depende de en qué momento aparezca. Podría ser interesante. Por ejemplo, pienso en All Stars 7 -formato estadounidense que reúne exclusivamente a ganadoras de ediciones anteriores- y sí que me gustaría estar, por supuesto, pero me pondría a mi misma una valla con la comunicación. Para mi la comunicación es muy importante, como buena géminis (risas).
¿Qué le diría Sharonne a alguien que se estuviese planteando comenzar en el mundo del drag o participar en ‘Drag Race España’?
Yo les diría que no tuviesen miedo y que experimentasen. El drag de cada uno es totalmente personal y tiene que nacer de la experimentación y la liberación. Para mi, un gran ejemplo de ello es Marina, que es fantásticamente experimental. Ella está en una búsqueda constante y es interesantísimo. Es fundamental para las que empiezan que busquen sus referentes y los acerquen a sus gustos personales.
