Hablamos con Klaudio Landa, que actualmente está al mando ‘Jateko Modukoa’ en ETB1 y ‘En Kuadrilla’ en ETB2.
ETB ha estrenado recientemente dos nuevas apuestas en su prime time. ETB1 emite en la noche de los jueves ‘Jateko Modukoa’, un programa de cocina diferente y en el que los concursantes preparan diferentes platos para un invitado. Y ETB2 estrenó en el prime time del viernes ‘En Kuadrilla’, un nuevo y divertido programa lleno de sorpresas y emociones, dispuesto a remover los sentimientos de los espectadores.
Ambos formatos cuentan con Klaudio Landa al frente, presentador que lleva ligado a la cadena autonómica desde 1995. El conductor hace balance de los dos nuevos programas y recuerda su trayectoria como actor.
‘Jateko Modukoa’ es un programa de cocina diferente al resto que se pueden ver en ETB. ¿Cómo definirías el programa? ¿Qué es lo que le ves diferente de otros?
Efectivamente, es diferente a un programa de cocina, aunque cocinamos en el programa. Y esa es una de las peculiaridades. No es en si, un programa habitual donde un cocinero prepara recetas, porque no hay cocineros profesionales pero la cocina si que es el hilo conductor. A final es un pequeño concurso. Los concursantes preparan los platos con un objetivo, que es intentar conquistar el gusto del invitado o invitada. Yo lo definiría como un juego que se desarrolla en la cocina, pero que va más allá de la cocina y en el que se cocinan también algunos sentimientos.
¿Ha sido un reto para ti, presentar este programa?
Para mi es una delicia. Es un formato que viene de Reino Unido y que luego se ha moldeado un poco para adecuarlo a aquí, a Euskal Herria. Cuando me lo presentaron, tenía unos ingredientes que eran muy atractivos para mi. Uno de ellos es la cocina. De siempre me ha apasionado la cocina. Naturalmente no soy un experto, pero siempre me ha gustado jugar y disfrutar en la cocina, preparando y comiendo. Por lo tanto, este era un elemento que en principio capto mi atención.
Y luego vi que a través de lo que cocinamos se puede conquistar a una persona. Yo me siento como una de esas personas que pueden ser conquistadas a través del estomago. Porque pienso que lo que se cocina o comemos, no solamente es para llenar el estomago, sino que también intervienen los sentimientos. Por ejemplo, siempre se ha dicho lo de «cocinar con amor». Pues cuando se cocina con amor, las cosas saben mejor, saben especial y eso quiere decir que hay un componente emocional.
Yo creo que en Euskal Herria, tenemos una cultura gastronómica y culinaria muy grande, pero también esta entroncado con los sentimientos. Y eso ya me pareció sublime en este formato. Además, con las modificaciones que se hicieron, se le ha dado más emoción a ‘Jateko Modukoa’ . Es un juego de seducción que termina con algo más que una cena y con lo que viene después de la cena. Eso es una cosa muy interesante.
Si te propusieran intercambiarte por el invitado ¿A quien te gustaría ver compitiendo en las cocinas?
Se me ocurren unas cuantas personas, pero dejaría que el programa eligiese por mi. Una de las claves de ‘Jateko Modukoa’ es conocer a gente nueva, que es algo, a lo que yo en mi vida siempre he estado abierto. Me he dado cuenta de que los participantes vienen a divertirse, pero sobre todo a conocer a gente nueva. Se enfrentan a una situación donde no conocen al resto de personas y eso tiene algo de motivador, porque se va a conocer a gente nueva.
Por lo tanto, si yo fuera el invitado en un programa como ‘Jateko Modukoa’ , dejaría que la producción o dirección del programa eligiese a las personas. Hay un largo proceso de casting y lo que escogen mis compañeros son perfiles que más o menos, pueden adecuarse al invitado o invitada. Yo dejaría que hiciesen lo mismo conmigo. Eso también, tiene algo de sorpresa. Un punto excitante.
El programa esta presente en las redes sociales y no se ha quedado solo en la pequeña pantalla de la televisión. ¿Cómo te has visto ahí? ¿Cómo te manejas con ellas?
En el mundo audiovisual quien no esta en las redes, no esta. Esto es un proceso que ya empecé con mis redes sociales y es un mundo apasionante. En las redes sociales, los contenidos además tienen sus características y creo que las personas que trabajan con contenidos de este medio, saben que hay programas que para redes sociales son geniales, como, por ejemplo, ‘Jateko Modukoa’). Jugamos con el baile, la música, las ideas geniales que tienen los invitados, con la preparación de los platos… Se genera muchísimo contenido para redes y la responsable que tenemos en el programa lo hace fenomenal.
Para nosotros, supone más trabajo, porque tienes que hacer lo que es la grabación de los programas y además generar contenidos. Como ya te digo, la persona que esta encargada de las redes es una profesional estupenda y no cuesta nada. Me parece esencial que un programa de televisión tenga su reflejo en redes. Y yo creo que la gente lo agradece.
Incluso, la gente joven. Puede ser una forma de acercarse a ellos en estos momentos.
Efectivamente, tu lo has dicho. Se ve y los datos lo dicen, la gente joven desde luego consume más contenido audiovisual en redes. Por eso, me parece además estratégicamente muy interesante para el programa.
Y no solo estas en ‘Jateko Modukoa’ , también estas en ‘En Kuadrilla’. ¿Cómo llevas esto de estar en varios programas a la vez?
Pues es un no parar. Ahora mismo estoy en Miramon (en Donosti), pero de repente puedo estar de aquí a una hora en Bilbao y luego, otra vez en Donosti porque tengo que grabar. Yo estoy encantado, porque disfruto. No te puedo engañar. En los dos programas me lo paso bomba. Para que te hagas una idea, ‘Jateko Modukoa’ lo grabamos en Bilbao y es un formato exigente. Sobre todo por las horas. Yo llego al plató sobre las 09:00h de la mañana y paso todo el día. Llego a mi casa sobre las 00:00h de la noche.
Date cuenta de que son tres personas que tienen que ir cocinando tres platos. No hay trampa ni cartón. No pueden traer desde casa ya la comida medio cocinada. Lo tienen que hacer allí, porque no saben los ingredientes que van a tener que utilizar… Las características del formato obligan a que sean jornadas largas.
Y luego ‘En Kuadrilla’, es otro formato que se hace en Miramon. Me encanta porque se hace en un plató maravilloso y me lo paso fenomenal. Porque ‘En Kuadrilla’, hay algo que yo hacia mucho tiempo que tenia ganas, que era dar sorpresas a la gente. Es una sensación maravillosa. Porque en el programa de repente llega un mensaje, que es el inicio de lo que se va a desarrollar en el plató. Es una sorpresa para una persona que no tiene ni idea. No saben que va a ocurrir. Al final es trabajo, pero cuando el trabajo gusta y uno lo pasa bien, llegar a cansado a casa también es estar satisfecho y contento.
‘En Kuadrilla’, un programa lleno de sentimientos, de emociones… Ya hemos visto hasta una pedida de mano. ¿Cómo vives esos momentos en el plató?
Te tengo que decir que hay momentos que son muy intensos y afloran muchos sentimientos. Soy presentador, pero no soy una maquina y todo te afecta. Hay momentos en los que lloro de emoción. Uno también tiene sus recuerdo, su familia… Por ejemplo, en el programa yo recuerdo a Erlantz, que tiene una relación maravillosa con su abuela, Julia. Y cuando salió Julia, me recordó a algunas personas muy queridas para mi. ¿Quién no se acuerda de su abuela o de su madre? Pues es que lloro de emoción. No hay nada malo en eso. Además, me emociono de alegría. La vida es así.
En ‘Jateko Modukoa’ hay una pregunta que hacen a los concursantes, que me parece curiosa y graciosa: Defínete como un plato. ¿Cómo definirías tu, los dos programas? ¿Qué platos crees que son ‘Jateko Modukoa’ y ‘En Kuadrilla’?
¡Que bueno! ‘Jateko Modukoa’ para mi sería como un plato combinado de filete, chipirones a la plancha y ensaladilla. El número 16. Ya sabes que los platos combinados, siempre son con números. Y ‘En Kuadrilla’, sería una gran tarta de pisos y en cada piso, sale una sorpresa. ¿No has soñado nunca en que de repente alguien sale de una tarta, como en las películas de Hollywood? Pues imagínate eso en un programa. Una tarta inmensamente alta, con sorpresas surgiendo en cada piso. Maravilla.
Klaudio, también has hecho algún pinito como actor. ¿Cómo te llego esa oportunidad? ¿Cómo te lanzaste a la actuación?
Cada vez que me sacan eso, se me salen un poco los colores. Has dicho bien, hice mis pinitos. Intenté ser actor. Una de las cosas que he aprendido es que la profesión de actor es super difícil y sacrificada. Tuve la gran suerte de participar en varias historias. Una de esta casa, ‘Benta Berri’, fue para mi una escuela de interpretación. Tenía a grandes actores de este país y aprendí como una esponja, porque yo era bastante más joven entonces.
Pero también, a la vez, uno se da cuenta en ese momento que es una osadía pretender definirme como actor. Porque para ser un actor hay que prepararse muchísimo y hay que tener muchísimas capacidades que yo no tengo. Les tengo un enorme respeto a todas las personas que trabajan en esa profesión. Porque ahí me di cuenta de lo pequeñito que era, al lado de ellos. De repente, se ponen delante de la cámara y es una maravilla. Me di cuenta de todo el trabajo que hay detrás.
¿Y ya que te queda por hacer?
Me han dado la oportunidad de tocar diferentes palos, desde la actualidad pura y dura, debates políticos, de sociedad, comedia, entretenimiento… A mi me gustan los retos y todo nuevo proyecto es un reto, en el que sobre todo estoy para aprender. Porque en mi vida y a día de hoy, estoy aprendiendo. Nunca pararé de aprender cosas, eso espero. Hasta que se apague el último foco, seguiré aprendiendo, porque me encanta. Me encanta comunicar. Es una actitud también. Estamos aquí para aprender. Para corregir los errores, para intentar ser mejor, para sorprenderte,… Aprender cosas, sobre todo, de la gente que me rodea.
