Crítica: ‘Élite’ (T5), una temporada de impasse

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En TVienes analizamos sin spoilers la nueva temporada de la serie juvenil de Netflix.

La quinta temporada de ‘Élite’ lleva unas semanas calentando motores con una intensa campaña de promoción. El próximo viernes 8 de abril regresa a Netflix con una nueva tanda de ocho episodios, con los que alcanzará la cifra global de 40 episodios. Se quedará de esta forma a solo dos de igualar ‘Las chicas del cable’, por ahora la serie original española de Netflix más longeva, a la que superará cuando estrene la sexta temporada, ya confirmada y con fichajes.

Pero antes de la sexta, que ya llegará en su momento, lo que nos atañe es la quinta. En esta ocasión, se trata de una temporada de impasse, en la que la serie vuelve a renovar parte de su elenco, con una nueva batería de entradas y salidas. Como el espectador pudo comprobar en el último capítulo de la anterior temporada, dos históricos de la serie, que llevaban desde el primer día como Guzmán (Miguel Bernardeau) y Ander (Arón Piper) abandonan la ficción.

Valentina Zenere es Isadora en ‘Élite’. Foto: Netflix

En su lugar, llegan la actriz argentina Valentina Zenere (‘Soy Luna’) y el brasileño André Lamoglia (‘Juacas’), que darán vida a Isadora e Iván, respectivamente. Se trata de dos nuevos alumnos que llegan a Las Encinas y que, como suele ser costumbre, pondrán patas arriba el instituto. Isadora es una rica heredera de un imperio del ocio nocturno, mientras que Iván es hijo del mejor futbolista del mundo. La crème de la crème, vamos.

El arranque de esta quinta temporada sitúa la trama en las postrimerías del desenlace de la anterior. Con Samuel (Itzan Escamilla) y Rebeka (Claudia Salas) aún nerviosos tras lanzar el cadáver de Armando (Andrés Velencoso) al lago, asesinado por Guzmán (Miguel Bernardeau) antes de huir. Por su parte, Ari (Carla Díaz) permanece ajena a lo ocurrido, ya que sus amigos la engañaron asegurándole que Armando había huido después de atacarla. Va a ser Samuel quien tenga que comerse él solo este marrón, con un temor constante a ser descubierto por la policía.

Samuel (Itzan Escamilla) y Rebeka (Claudia Salas), preocupados en lo nuevo de ‘Élite’. Foto: Netflix

Todo esto va a pasar factura a nivel emocional a Samuel, en una temporada en la que también verá muy afectada su amistad con Omar (Omar Ayuso), con quien comparte piso. La relación entre ambos se va a tornar insostenible, algo en lo que no ayudará la aparición de Bilal, un joven que acudirá pidiendo ayuda a Omar, que a su vez sigue muy tocado por la marcha de Ander. El personaje de Bilal será interpretado por Adam Nourou, un joven francés de 18 años que se hizo con un Premio Goya 2021 a Mejor actor revelación por ‘Adú’.

Por su parte, Patrick (Manu Ríos) conocerá al anteriormente mencionado Iván (André Lamoglia), un joven apuesto y atractivo (¡oh, sorpresa, si en Las Encinas solo hay gente fea!). Sin embargo, en esta ocasión las cosas no serán fáciles para el hijo de Benjamín, acostumbrado a que todo el mundo le vaya detrás, le ría las gracias y le diga cada cinco minutos lo guapo que es. Todo ello dará paso a sus incontrolables ataques de ira y desde luego no beneficiará a su maltrecha relación con su padre, al que no soporta.

André Lamoglia se incorpora a ‘Élite’ para interpretar a Iván. Foto: Netflix

Otras tramas que seguirán copando el protagonismo en estos tres primeros capítulos serán la que encabezan Philippe (Pol Granch) y Cayetana (Georgina Amorós). Después de que todo el mundo esté al tanto de los abusos sexuales del Príncipe a algunas de sus anteriores parejas, éste pasará a ser un apestado para toda la comunidad educativa, encontrándose solo, con el único apoyo de Cayetana. Sin embargo, la entrada en escena de un tercer personaje en discordia cambiará algunas piezas del tablero.

En líneas generales, ‘Élite’ plantea esta quinta temporada como una transición hacia lo que está por venir. Ya solo quedan Samuel (Itzan Escamilla) y Omar (Omar Ayuso) como únicos supervivientes del elenco de la primera temporada y los rumores apuntan a que esta será la última entrega en la que aparezcan, aunque todavía no hay confirmación oficial. Se trata de dos personajes que ya están muy quemados y que han dado todo lo que tenían que dar, con lo que su paso al lado se antoja cada vez más necesario. La consolidación del nutrido grupo que aterrizó en la cuarta temporada (los ‘Benjamines’) deja en sus manos el futuro a corto y medio plazo de la serie, sumado a la llegada de los nuevos fichajes.

Ari (Carla Díaz), Patrick (Manu Ríos) y Mencía (Martina Cariddi) en la quinta temporada de ‘Élite’. Foto: Netflix

Respecto al tono, siempre tan polémico, a estas alturas de ‘Élite’ nadie se puede escandalizar ni dar por sorprendido. La serie ya ha dejado de engañar a nadie, y se muestra más mamarracha que nunca, mostrando esa irrealidad tan falsa, colorida, llena de lujos, fiestas multitudinarias, sexo a todas horas, que resulta difícil de creer hasta en nuestro imaginario colectivo de cómo sería la vida de los estudiantes de un instituto de élite.

Como ocurrió en la anterior temporada, en esta ocasión también se presenta a uno de los nuevos personajes desnudo en la ducha, como primera toma de contacto. Y sí, vuelve a ser una declaración de intenciones. Pero ya es marca de la casa. En la crítica de la anterior temporada, destacábamos el morbo innecesario y gratuito en el que había caído la serie a la hora de mostrar desnudos y escenas de sexo de manera injustificada. En esta ocasión, ya ni siquiera hace falta que lo critiquemos, porque desgraciadamente estos vicios han engullido por completo al resto de la serie, y ya no se entiende que ‘Élite’ pueda ser de otra manera.

Rebeka (Claudia Salas) y Cayetana (Georgina Amorós) en lo nuevo de ‘Élite’. Foto: Netflix

La fórmula narrativa también empieza a oler en exceso. Después de cinco temporadas, la dinámica del clásico flashforward con la enésima muerte o misterio de turno resulta un poco pesada. Podría haber estado bien plantearla de una forma más original, apostando por una narrativa más lineal o alguna otra propuesta que conllevara un poco más de originalidad a la hora de plantear la narrativa. Si bien es cierto que en los tres primeros capítulos apenas se dan detalles relevantes de hacia dónde pueden ir los tiros en esta ocasión.

En definitiva, ‘Élite’ da paso a una nueva temporada de fiesta, sexo, drogas y rock and roll. Deja ya totalmente de lado el misterio, únicamente residual para los treinta segundos de flashforward del final del capítulo, y poco más. Hay que destacar positivamente la apertura en cuanto a las localizaciones, especialmente una en concreto que los espectadores observarán en el tercer capítulo, y que supone una novedad respecto a todas las que se han podido ver hasta la fecha en la serie.

Lo mejor:

  • Prescindir de personajes cuyo recorrido en la serie se agota
  • La consolidación de los fichajes de la cuarta temporada, que se han adaptado estupendamente y parece que lleven toda la vida en la serie

Lo peor:

  • La repetición, cayendo en la misma fórmula y dinámicas de siempre
  • El morbo gratuito
  • La presencia de Samuel y Omar, dos personajes que agonizan en la serie
El actor francés Adam Nourou interpreta a Bilal en ‘Élite’. Foto: Netflix

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