El actor vuelve este martes 1 de febrero a Telecinco con la serie ‘Entrevías’.
José Coronado vuelve a Telecinco. Este martes 1 de febrero, Telecinco estrena ‘Entrevías‘, una nueva serie que narra la historia de Tirso Abantos, un hombre de principios que sobrevive en su pequeño mundo de barrio rodeado de un entorno cada vez más hostil, cuya vida da un trepidante y peligroso vuelco cuando su nieta adolescente irrumpe de lleno en su vida.
Hablamos con el reconocido actor, que regresa a las pantallas de Telecinco dos años después del final de ‘Vivir Sin Permiso‘.
¿Qué te atrajo del personaje de Tirso y de la serie?
A mi siempre me gusta trabajar en esta casa, desde ‘Periodistas’ hace más de 20 años, he hecho todas las series y muchas películas, y me siento muy a gusto. Había trabajado ya con Aitor Gabilondo en ‘El Príncipe’ y ‘Vivir Sin Permiso’, por lo que la propuesta de quien venía me hizo atender al proyecto y me encantó. Es mi primer proyecto como abuelo, que al principió me sorprendió, pero me hizo pensar y me hizo darme cuenta de que los abuelos del Siglo XXI no tiene nada que ver con lo que pensábamos de los abuelos del Siglo XX. Un abuelo con 64 años como tengo yo puede estar hecho un toro.
Además, me gustó todo lo que rodea a la serie. Es una historia atípica. Siempre se cuenta la historia de una pareja o como mucho de un padre y una hija, pero un abuelo y una nieta me pareció que tiene un punto de originalidad. Y luego el entorno donde se cuenta, ‘Entrevías’, un barrio periférico de cualquier gran ciudad, da mucho juego para meter todo tipo de trama, desde suspense o thriller hasta incluso comedia. Y también me gusta aportar un granito a la sociedad, que a mi al menos me importa, a parte de entretener, también hacer reflexionar. ‘Entrevías’ pone sobre la mesa el tema de los prejuicios. La historia de Tirso es de un antihéroe, fue un héroe en la guerra hace 30 años, pero se convirtió en un ferretero absolutamente normal que no encuentra razones en las que ser un héroe en el mundo de mierda en el que vive, hasta que se cruza su nieta, y esa es una razón para que vuelva a ser ese héroe.
Te hemos visto muchas veces de villano, ahora eres un héroe ¿Qué tipo de personajes te gusta más interpretar?
El que toque. Es lo bonito de este oficio, que puedes profundizar en los personajes. Los que te tocan y sabes como son los disfrutan y los que no, aprendes. Los personajes nos ayudan a enriquecer personalmente nuestras vidas. Es cierto que el lado oscuro tiene siempre un poquito más de atracción, porque se aleja de nosotros mismos. Incluso es más difícil hacer de un tipo normal y que llegues al público. Y este personaje me parecía delicioso. A priori es un personaje absolutamente repelente. Es misántropo, racista, políticamente incorrecto, no se calla ni debajo del agua, es un gruñón… Tirso está peleado con el mundo y va a ser su nieta la que le diga que abra los ojos, que entre en el siglo XXI, que se relaje y entre en el amor.
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¿Cómo es la relación con el resto de su familia?
Está desenganchado del mundo entero, incluidos sus hijos. No le gusta como son. Les quiere y moriría por ellos, pero piensa que su hija es un proyecto de pija y que su hijo es un pusilánime. Posiblemente porque no lo ha hecho bien en un principio y lo que hizo mal como padre ahora quiere resarcirse y hacerlo bien como abuelo. Pero es un tipo que está contra el mundo. A mi lo que más me gusta y creo que se va a ver mucho en la serie, es que en este mundo polarizado y cada vez más globalizado, cuando se fundó en barrio de Entrevías en los 60 o 70, era gente que venía del campo a la ciudad para subsistir, pero esto dio paso a que se abriese también a todo el mundo y que se convirtiese en un barrio de inmigrantes. Entonces cuando Tirso, que es un tipo anclado en el pasado, empieza a ver hábitos, olores, razas, música diferentes, le llevan los siete demonios.
En la serie dice Tirso a Irene «soy un cabronazo de la vieja escuela» ¿va a ser así con todos los personajes?
Va a ser así con el mundo entero. Tiene solo a sus dos amigos, que son los dos Manolos, que eran también soldados que estuvieron en el ejercito con él, y es el único sitio donde Tirso permite abrirse, con sus amigos que le entienden.
Vuelves a coincidir con Luis Zahera ¿Ya se ha creado una química que os entendéis hasta con la mirada?
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Absolutamente. Y partimos de polos absolutamente diferentes. Luis se mueve como pez en el agua en el caos, mientras que yo soy tremendamente ordenado, tengo que controlar absolutamente todo. A parte de mi personaje, tengo que controlar que la luz entra, que el micro llega… lo tengo que controlar todo. Y creo que esa función complementaria suma en vez de restar. Y por su puesto nos conocemos muy bien, siempre intento escuchar de una forma atenta, pero con Luis mucho más, porque te puede salir por cualquier lado. Y él conmigo muchas veces de pronto va y da dos piruetas y yo le paro. Nos entendemos porque es un gran actor y muy buen compañero.
De ‘Periodistas’ a ‘Entrevías’. ¿Cómo ha evolucionado la ficción en todos estos años? ¿Cómo valoras que cada vez se emitan menos series en abierto?
Cuando empecé la ficción española estaba en la UCI. A partir de ahí, no se si algo he contribuido, pero hemos ido subiendo y ahora estamos en un momento, tanto técnico, como artístico, que se nos rifan en todo el mundo. Y es una pena que se esté perdiendo la ficción en abierto. Parece maravilloso las plataformas, tragarte una serie entera en un fin de semana, pero es imposible disfrutar una serie que te has visto en cinco horas seguidas. Para mi en la emisión en abierto había una espera, un deseo, tenías una semana para comentar, alimentabas el siguiente capítulo, degustabas mucho más lo que ofrecíamos. Ahora son hamburguesas que la gente devora y no aprecia todo su valor.
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¿Y tu como usuario eres capaz de resistirte a no ver una serie del tirón?
No no, yo soy igual de zopenco que el resto. Pero si me preguntas, creo que lo bueno sería eso y gracias al abierto podemos, pero yo soy igual y me las trago enteras. Pero algunas que son muy buenas me las vuelvo a ver otra vez para disfrutarlas y estudiarlas.
Estás a punto de cumplir 65 años ¿has pensado en retirarte?
No, porque amo demasiado mi profesión. Sí que pienso en elegir un poco más y en poder tomar más tiempo para la familia, los amigos y para lo que no es el trabajo, que es mi gran amor. El trabajo es lo que me mueve. De repente llegan las vacaciones y pienso ya en volver a rodar, porque yo disfruto mucho.
