Se apagan las luces para que les sigan para siempre

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Llega el fin de un ciclo con ‘OT Hasta pronto’.

 

Se apagan las luces. El Palau ruge. Todas las gradas están llenas de familias, parejas y grupos de amigos llegados de toda España. Entonces se encienden las luces del escenario. Suena la sintonia de OT versionada, con una base más rítmica y una atmósfera dance. La gente se levanta de sus sillas y grita con la llegada de los bailarines. Segundos más  tarde entran los 16 protagonistas y se desata la locura entre el público. Empieza el primer de los dos conciertos ‘OT Hasta Pronto’ que cierran una gira que empezó el 3 de marzo en ese mismo Palau Sant Jordi de Barcelona.

El concierto transcurrió de temazo en temazo, con breves discursos emotivos que repiten el clásico «sin vosotros, nosotros no somos nada». Ana Guerra puede que haya sido la más valiente diciendo «se agradece que hayáis pagado una entrada en los tiempos que corren».

De los momentos más esperados de la noche cabe destacar la presentación de Aitana a Cepeda para cantar juntos ‘No puedo vivir sin ti’. Para presentar el dueto la catalana levantaba los gritos del público diciendo «Luis sigue siendo una persona especial para mí». La canción llenó el Palau de las clásicas linternas del móvil que iluminan de emoción una canción que aporta luz y romanticismo al concierto.

Una situación parecida ocurrió con Amaia y Alfred que tras dejar su relación cantaron juntos «City of stars» rememorando sus miradas intensas y su diálogo pianístico. La canción, naturalmente, tampoco acabó en beso aunque sí que dio para alguna que otra lágrima entre el público. La emoción también estuvo a flor de piel con el ‘Miedo’ de Amaia que empieza con aquello de «para empezar diré que es el final». Final que, sin embargo, no pudo cantar como ha demostrado en mil ocasiones porque, según Amaia afirmaba, estaba acatarrada.

De entre los temas más aclamados resuenan aún en el Sant Jordi el «Ya no quiero ná» de Lola Indigo, «Lo Malo», «Vas a quedarte», «Que nos sigan las luces», «La Bikina» o el «Hay algo en mi».

Finalmente, tras un repaso de los temas más conocidos del concurso y los singles de los 16 concursantes (menos el de Amaia), el público se puso en pie para cantar ‘Camina’. El himno de OT17 rompió el corazón de los seguidores más incondicionales de la edición, veían como la gira acababa con aún muchas cosas que decir. Se acabó la canción. El Palau Sant Jordi se quedó sin luz durante unos eternos treinta segundos. Alguien del público empezaba a gritar «Otra!» hasta que el silencio se rompió cuando empezaba a sonar «Una mano se alza entre la multitud».

OT18 no necesita presentación. Es la primera vez que cantan en el Palau pero no será la última ni la penúltima. En el escenario las caras de ilusión se mezclaban con las de sorpresa y temor. Acabó’Somos’, los 16 de OT18 vuelven al backstage sin decir ni una sola palabra a su nuevo público y, de nuevo, entran las estrellas. Alfred, Amaia, Aitana… Las 16 estrellas de OT17 se despedían de su público con «La Revolución sexual», otro de los himnos estrella de la edición más revolucionaria de Operación Triunfo.

El concierto fue espectacular. Sin embargo una duda resonaba en mi interior de vuelta a casa; ¿La nueva generación de OT será capaz de llenar dos Palau Sant Jordi como lo han hecho sus predecesores?. Y lo que es más importante; ¿Podrán ofrecernos dos horas y media de temazos, carisma y canciones propias?

De lo que no puede haber ninguna duda es de que muchos de los concursantes de OT17 han llegado para quedarse. Se apagarán las luces de ese Palau Sant Jordi pero no dejaran nunca de iluminar esas 16 almas y su sueño. Se apagan las luces para que les sigan para siempre.

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