El programa presentado por Núria Roca ofrece una hora y media de buen rollo y diversión para todos los públicos.
Cuando llega el calor los chicos se enamoran y los espectadores buscamos entretenimiento fresquito en televisión. ‘El Grand Prix’, ‘Me Resbala’, ‘Furor’, programas que se sintonizaban en el salón de casa acompañados de helado, aire acondicionado y restos de salitre en las chanclas. Bendita (o maldita) nostalgia.
El próximo 30 de julio llega a Antena 3 ‘Family Feud’, una apuesta clara por el entretenimiento familiar, sencillo y eficiente. Con Núria Roca como maestra de ceremonias, el formato de Fremantle llega al prime time de Antena 3 con la intención de amenizar la noche de los viernes. Lo hará con una dinámica muy simple, uniendo a dos grupos de famosos en cada programa para enfrentarlos a la opinión de cien encuestados. Cada participante deberá ponerse en la piel de la audiencia y adivinar las respuestas más comunes a preguntas de temáticas del día a día. Contra más se acerquen a lo que opina la mayoría de los espectadores, más puntos sumarán al contador, optando así a 15.000€ para donar a una buena causa.
Si bien parece que la mecánica se queda corta, el programa tiene un ritmo muy bueno y en ningún momento flaquea. Un punto muy positivo de ‘Family Feud’ es que cuenta con concursantes que llevan años haciendo televisión. Se nota mucho (y se agradece) cuando alguien tiene sentido del espectáculo y está dispuesto a dejarse la piel para entretener al espectador.
Núria Roca se mueve como pez en el agua por el plató y se le nota ágil ante el humor de los concursantes. Incluso se atreve a hacer algún que otro running gag en el primer programa, evocando a las respuestas más ingeniosas de los protagonistas de ‘Mask Singer’ y ‘Tu Cara Me Suena’. En cuanto al guión, el equipo del programa ha sabido tratar temas con los que la audiencia pueda sentirse fácilmente identificada, facilitando así la creación de situaciones cómicas, como Lolita asegurando que asfixiaría a su marido si roncase o Arturo Valls confesando que le ponen cachondo las lentejas. Humor que entra mejor en verano.
A nivel técnico, el programa está bien resuelto. En mi opinión, se nota demasiado que es un producto muy toqueteado en edición. Los constantes planos generales del público para disimular cortes ralentizan el ritmo del programa y desubican en algunos momentos al espectador. Aún así, destaca positivamente la enérgica voz en off del programa y el hilo musical, muy típico de shows nocturnos americanos.
Así pues, ‘Family Feud’ se convierte en una apuesta perfecta para la temporada baja televisiva. Y, para qué mentirnos, puestos a elegir entre batallas de famosos y familias, me quedo con Roca y compañía.
