Lucía Caraballo (‘La Reina del Pueblo’): «Procuro mantenerme al margen de las audiencias porque es una cuestión ajena al trabajo»

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Hablamos con la actriz, que interpreta a Inma en la nueva serie de Atresmedia.

ATRESplayer Premium estrena este domingo 27 de junioLa Reina del Pueblo‘, una nueva comedia de Flooxer ambientada en las fiestas patronales de la ficticia localidad de Polvaredas de la Sierra. Una serie cuyo eje central es ganar la competición de la Reina de las fiestas.

En TVienes hemos podido hablar con Lucia Caraballo (‘El Secreto de Puente Viejo’ y ‘Estoy Vivo’), que en ‘La Reina del Pueblo‘ interpreta a Inma, una joven de 18 años que antes de huir de su pueblo para ir a la universidad quiere ganar el premio de Reina del pueblo por su madre, por sus amigos, por sus vecinos. O eso es lo que cree. Porque en realidad, Inma quiere ganar por ella, porque quiere ser especial. Y hará lo que sea necesario para conseguirlo.

¿Qué nos puedes contar de Inma?

Es una chica muy ambiciosa, hasta el punto que a veces se pierde y olvida lo que quiere de verdad por sus ambiciones. En este caso su ambición es que quiere ser la reina del pueblo a toda costa. Por encima de todo ella quiere ser la reina del pueblo. Me hace mucha gracia porque cuando le preguntan por qué ni ella misma sabe contestar, pero ese es su máximo objetivo. Pero a pesar de eso es muy simpática, alegre y muy amiga de sus amigos.

¿Qué es lo que más te gusta y lo que menos de tu personaje?

Lo que más me gusta es lo disfrutona que es de la vida. Me da la sensación de que a ella la tiran en un campo sola, en un descampado, y se lo va a pasar bien, va a encontrar la forma de pasárselo bien. Es super divertida. Y lo que menos me gusta es que pierda tanto el norte por lo que quiere, que se le vaya la cabeza, que se le cruce el cable y que trate mal a la gente que de verdad quiere, que de verdad está con ella, y que no valore lo que la gente hace por ella. Es lo que me da un poco de rabia del personaje.

¿En qué te pareces y en qué te diferencias de Inma?

Cuando me cogieron para Inma y miré los guiones flipé porque me parezco muchísimo a ella. Eso es una ventaja porque ya entiendes el por qué lo hace y para la construcción del personaje, como actriz, ya tienes parte del camino hecho. Pero también te deja un poco vulnerable, porque en algunas salidas a veces te afecta porque nos parecemos un montón, en el tema de las decisiones que toma… Pero también en las cosas buenas, como fiestera, alegre, positiva… que de verdad intenta que la gente esté bien y ella estar bien y tirar la energía para arriba. Crear un ambiente de buenrollismo donde va. Y eso me gusta mucho del personaje y siento que en eso nos parecemos pero también nos parecemos en que a veces sacamos la mala leche y se nos va la pinza.

¿Participarías, como hace Inma, en un certamen como el de ‘La Reina del Pueblo’?

No. Me parezco a ella mucho dentro de que mis ambiciones son muy parecidas. Yo puedo perder la cabeza por mis ambiciones, pero nunca participaría en un certamen de belleza. Aunque también hay que decir que el certamen de la serie se trata muy diferente a como es el tema. No es un concurso retrógrada, sin valores y simplemente de quien es la más guapa del pueblo. En este caso es un juego más de competitividad, que no está asociada a la belleza. Es más sobre cultura del pueblo y de quien cae mejor. Pero no de la más guapa y de esta cosa tan casposa de los concursos.

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¿Cómo viviste el rodaje de la serie?

Ha sido el rodaje más divertido de mi vida. Ha sido un regalo. Es el primer proyecto que tengo con gente de mi edad, que los personajes son jóvenes y hacen las cosas que nosotros hacemos. Salimos de fiesta y nos preocupamos por eso. Nos preocupamos por salir de fiesta, porque me he enfadado con mi amiga, porque alguien no quiere salir… Y el rodaje fue muy divertido. Llevábamos mucho sin fiestas y esto de cara al público va a ser muy bueno, recordar lo que eran las fiestas de pueblo, que tanto echamos de menos, y al equipo nos permitió vivirlo y fue una maravilla. Hasta el punto que nos tenían que decir los ayudantes de dirección «por favor, cuando yo diga corte, paráis de beber y paráis de bailar y de gritar». Fue muy divertido y estuvimos viviendo juntos allí en Toledo todo el equipo y se hizo una familia preciosa.

¿Te gustaría que hubiese una segunda temporada?

Me encantaría, pero vamos a esperar a ver que acogida tiene por parte del público, así que de verdad deseo que sea el mejor y animo a la gente a verla porque yo quiero volver a ir a Toledo, reencontrarme con todo el equipo y tener unas segundas fiestas patronales.

¿Cómo vives trabajar en una serie para plataforma y no tener la presión de los datos de audiencia?

No suele mirar mucho las audiencias. Yo lo hago y luego lo miro para ver si me ha gustado el resultado, si creo que se corresponde al trabajo que he hecho… pero procuro mantenerme al margen de los datos de audiencia porque al final es una cuestión tan ajena al trabajo. Como no depende de nosotros, creo que a veces la presión que nos pone no es demasiado positiva. Yo prefiero mantenerme al margen y preocuparme de lo que sí me tengo que preocupar como actriz y como parte del proyecto desde la parte artística y dejar a un lado los datos de audiencia, que no nos afecta a nosotros. Si va bien pues me alegraré infinito, pero no me suelo fijar en eso.

Otro de los proyectos en los que te hemos visto hasta hace poco es ‘Estoy Vivo’ ¿Cómo has vivido esta cuarta temporada?

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Ha sido muy alucinante. En la tercera temporada pasó todo el tema del accidente y del cambio de cuerpos y cuando nos lo avisaron nos dio mucha pena, dejar a Bea, porque he crecido con Bea Vargas. Entré con 16 años y ahora tengo 21. Entonces cuando nos llamaron para decir que volvían a los cuerpos originales y que volvíamos Cristina Plazas y yo fue una alegría enorme. Porque cuando hice el último episodio de Bea en la segunda temporada no sabía que era la última vez iba a ser Bea. Y en la tercera temporada cuando me tuve que despedir me dio mucha pena. Entonces en esta cuarta ha sido como «venga, que tienes una oportunidad de despedirte bien». Así que muy emocionante. Yo creo que ha sido una temporada muy guay, es muy diferente al resto y está muy a la orden del día de lo que pide la gente, que es comedia, amor, familia y escenas grupales, que es lo que no puede haber ahora por la pandemia.

¿Confías en que pueda haber una quinta temporada?

No tengo ni idea. Es lo que te decía de las audiencias, sé que no ha tenido la mejor audiencia, pero también sé que hay mucho público. Los mensajes que nos llegan a nosotros son preciosos. La gente la quiere muchísimo, quiere muchísimo a los personajes. Entonces por toda esa gente que nos quiere tanto y quiere a los personajes pues igual sí hay una quinta temporada. Pero no lo sé la verdad.

Hemos podido verte en numerosos personajes, muy diferentes entre todos ellos ¿Cuál es el personaje que todavía no has podido interpretar y que te gustaría?

Pues me llamaron hace unos días para decirme que me habían cogido para hacer uno de los personajes que siempre he querido hacer. Siempre había hecho de muy inocente. Aunque todos mis personajes son totalmente distintos, desde Antoñita en ‘El Secreto de Puente Viejo’, que es cojita, mal hablada, como la tonta del pueblo; Bea Vargas que es muy inteligente, pero todos tienen esa parte muy inocente, como muy buenos de alma. Y me apetecía algo más radical y con matices sexuales. Nunca había tenido personajes más sexis. Así que estoy muy contenta.

Volviendo a ‘La reina del pueblo’ ¿Qué te ha aportado esta serie nuevo en tu carrera artística?

Pues un montón. Es un personaje muy parecida a mi, es un regalo. Es una serie de adolescentes que no cae en los estereotipos que solemos ver, de caer en algo pretencioso o en algo que no refleja en los problemas reales que tenemos. Que tal vez no son tan trascendentales o profundos o vitales, pero para nosotros son importantes. ¿En qué soy especial? ¿En que me diferencio al resto? Cuando se empieza a hablar de estos temas te da mucho miedo y poderlo contar en esta historia ha sido un regalo, porque yo también lo echaba de menos como público. ¿Por qué no hay comedias de humor absurdo de jóvenes? Porque no nos dan la oportunidad, porque a mi me encanta hacer comedia y a mi me encanta ver comedia. ¿Por qué todo lo de adolescentes va con una intensidad enorme? No me hace sentir reflejada y ‘La Reina del Pueblo’ sí transmite todo eso.

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