Telecinco ha emitido los dos primeros capítulos de ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’.
En shock y con un nudo en la garganta. Así nos hemos quedado los espectadores tras ver los primeros episodios de ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’, la serie documental de La Fábrica de la Tele que destapa la mayor mentira de la prensa del corazón. Tras veinticinco años de acoso y derribo hacia Rocío Carrasco, la hija de la más grande rompe su silencio para contar su verdad; la verdad que comparten muchísimas mujeres en nuestro país.
Con una realización cuidadísima y una factura impecable, la serie documental retrata a la prensa rosa de nuestro país. Una mujer rota de dolor y con un intento de suicidio a sus espaldas da la vuelta a la tortilla y deja ver como los poderes mediáticos la pusieron entre la espada y la pared, dando voz y validando los argumentos de su supuesto maltratador. Carrasco concede a la productora que contribuyó a este acoso mediático continuado una entrevista de más de sesenta horas de duración en la que la podemos ver completamente rota.
El silencio posterior a la emisión del capítulo cero es un retrato a la perfección del sentimiento de culpa que están sintiendo decenas de periodistas de nuestro país. Todas las presentes en el plató han confesado ser cómplices de este aparentemente falso discurso que ha impulsado una incredulidad generalizada ante el papel de Rocío en esta historia, motivando una situación de machismo directamente atada a los pilares del patriarcado en el que vivimos.
Un cambio de opinión apresurado
Es extraño ver el viraje de opinión de los colaboradores de Mediaset respecto a los protagonistas de esta historia. Rocío Carrasco ha pasado de ser el demonio personificado a la persona que te recibe en el cielo en cuestión de días. Todos ellos dicen creerla, se retractan e incluso se sienten avergonzados por haber colaborado en esta supuesta farsa. Pero si el testimonio de Rocío Carrasco es considerado por todo ellos como el relato verídico, ¿por qué no se corta de raíz la relación laboral entre Mediaset y Antonio David Flores? Si la propia productora habla de Rocío como una víctima y describe el documental como «el destape de la gran mentira» ¿por qué sigue teniendo Antonio David nómina en La Fábrica de la Tele?
Dejando estas incoherencias de lado, Mediaset ha ayudado -tarde, pero lo ha hecho- en la visibilización de un caso de supuesta violencia machista extrema en horario de máxima audiencia. El hecho de que tanta gente haya visto el programa sitúa en el centro de la opinión pública la lacra por la que están pasando muchas mujeres. Un silencio que se rompe para generar un precedente. Un precedente de aún no sabemos bien bien qué.
