En TVienes analizamos sin spoilers el primer capítulo de la nueva serie de Amazon Prime Video
Después de varios años de conversaciones entre cadenas, productoras y plataformas, finalmente ya está aquí la adaptación televisiva de ‘La Templanza’, la novela que publicó María Dueñas en 2015. Se verá a partir del próximo viernes 26 de marzo en Amazon Prime Video, y de la mano de Atresmedia Studios (Buendía Studios) y Boomerang. Sonia Martínez y Tedy Villaba son los productores ejecutivos de la serie, que estará disponible a través de la plataforma en más de 200 países.
‘La Templanza’ está protagonizada por Leonor Watling y Rafael Novoa, completando el elenco otros nombres como Emilio Gutiérrez Caba, Juana Acosta, Raúl Briones, Esmeralda Pimentel, Nathaniel Parker o Alejandro de la Madrid. Ambientada en el siglo XIX, es la historia de Soledad Montalvo y Mauro Larrea, una mujer y un hombre cuyos destinos están a punto de converger. A partir de aquí, nos encontramos con una serie de aventuras en tierras lejanas y exóticas. Conoceremos las comunidades mineras del México de la época, pasando también por Cuba hasta llegar a Jerez.
Es imposible no empezar esta crítica de ‘La Templanza’ mencionando al personaje de Soledad Montalvo, a quien da vida una grandiosa Leonor Watling. Hija de una de las familias más ricas de Jerez, fue casada a la fuerza y sin estar enamorada con un hombre mayor que ella, lo que la llevó a mudarse a Londres. Soledad ha sacado adelante a su familia y a sus cuatro hijas, en un mundo tan rudo y áspero como el que vive. Su fortaleza sobrehumana es la gran virtud de este personaje, que nunca se rinde, ni hasta en los momentos más difíciles.
El protagonista masculino es Mauro Larrea, interpretado por Rafael Novoa. Su historia es parecida a la de Sol, con la misma capacidad innata para sobreponerse a las dificultades que le ha puesto la vida desde pequeño. Viudo y con dos hijos pequeños, llega a México para trabajar en las minas. Todo lo que había construido se derrumbará como un castillo de naipes ante sus ojos, hasta toparse con Soledad Montalvo.
La diversidad cultural convierte esta serie en un producto francamente rico, siendo también uno de los grandes alicientes argumentales. El ritmo argumental es correcto, pese a que a lo largo del piloto le falta algo de fuerza y decae por momentos. Por fortuna, logra sobreponerse y terminar el capítulo haciendo que el espectador tenga ganas de ver el siguiente. La duración de 50 minutos es correcta y ajustada a los tempos que demandan las ficciones hoy en día.
Viñedos, carruajes, calles, plazas, barcos, palacios, salas de baile… La excelente ambientación del siglo XIX en esta serie es prácticamente un personaje más, algo habitual en Boomerang, especialista en producciones de época. Solo chirrían puntualmente algunas escenas en concreto en las que el croma canta más de lo que debería, pero en general hay que quitarse el sombrero ante el buen trabajo que han hecho los departamentos de arte y de localización de la serie.
El rodaje de ‘La Templanza’ ha tenido lugar en localizaciones como Jerez, Tenerife, Cuba, México, Londres o Dublín, algo que el espectador va a notar y va a agradecer. Sin duda, la serie entra por los ojos.
Es probable que viendo esta serie al espectador le vengan a la memoria otras producciones de época, desde la reciente ‘La cocinera de Castamar’ hasta la inolvidable ‘El tiempo entre costuras’. Esta última todavía con más razón, al ser otra adaptación de la novela homónima de María Dueñas, y uno de los grandes éxitos de Antena 3 en ficción de la última década (también producido por Boomerang TV, además).
Con sus diferencias y sus similitudes, ‘La Templanza’ intentará labrarse un camino en medio de una historia de amor, lucha, superación, fortaleza, oscuridad, venganza y, sobre todo, de contraste entre dos universos que convergirán en un mismo punto de la historia.
