El actor nos atiende para darnos las claves de la cuarta temporada de ‘Estoy vivo’ y de las nuevas aventuras que vivirá su personaje, Iago ‘El Enlace’
Alejo Sauras (Palma, 1979) afronta la cuarta temporada de ‘Estoy vivo’ dando vida a uno de los personajes más increíbles que se ha visto jamás en la ficción española. Su personaje, que empezó siendo el Enlace DH-65 entre la Pasarela y la Tierra para acompañar al personaje de Javier Gutiérrez en su regreso al mundo de los vivos, ahora tiene una mujer y una hija, y una familia y un grupo de amigos más consolidado que nunca. Pero en ‘Estoy vivo’ la tranquilidad no dura mucho, y este momento de estabilidad que vive Iago no tardará en tambalearse.
¿Qué nos puedes adelantar sin spoilers del rumbo que va a tomar el personaje de Iago en esta cuarta temporada?
En esta cuarta temporada mi personaje está bastante descolocado, porque le van a pasar cosas con las que no cuenta y que no se espera jamás en la vida que le ocurran. Lo primero es que ha perdido a su mujer y a su hija, y eso de momento le va a traer de cabeza completamente, porque es algo que no esperaba. Él pensaba que estaban muy seguras allá arriba donde estaban, y de repente le dicen que no puede ir y que no tiene comunicación con la Pasarela. No sabe si están bien, si están mal… Y luego se va a enfrentar a cosas con las que no se ha enfrentado nunca. Esto le va a descolocar mucho. No te puedo contar mucho (ríe).
¿Cómo va a ser la relación de Iago con su hija Adriana, que, como vimos al final del primer capítulo, ha pasado de ser un bebé de un año a una chica de 26?
Eso parece. De repente algo ha ocurrido allá arriba que ha dado la vuelta al espacio temporal que teníamos con la Pasarela y han pasado muchos años. Entonces él se va a enfrentar ahora a que no tiene a una niña, tiene una señora. Y eso va a ser muy complicado de digerir para él y mucho más complicado todavía para afrontarlo, la verdad. Va a ser difícil pasar de ser padre de cero a cien. Y más sabiendo que la madre de momento no está, que veremos si conseguimos localizarla.
Esta temporada va a tener más humor, ¿crees que era necesario para aliviar un poco al espectador de tanto drama que nos rodea últimamente?
Esta es una característica que intentamos implementar desde el primer día. Nosotros hablamos de cosas que, si no lo le pones un poco de humor, muchas veces son muy tristes, porque no dejan de ser humanas. Todos perdemos en la vida, todos sufrimos pérdidas, tenemos a personas a las que queremos mucho. Además, normalmente siempre que nos ocurre no lo entendemos, nunca. Entonces contar una historia en la que podría existir un mundo en el que eso no es así y que habría unas segundas oportunidades y que la gente que se va puede volver, pensamos que era algo que a los espectadores les podría suponer una tristeza mayor todavía. Hay que acompañarlo de mucha humanidad y de un poco de humor. Creemos que el drama con humor entra mucho mejor, y cosas que a lo mejor el público no acepta en circunstancias normales, cuando las das con un poquito de humor se vuelven agradables y deseables para el espectador. Nosotros queremos agradar y hacer llorar al espectador de emoción, no de tristeza. Queremos que cuando el capítulo termine el espectador se sienta a gusto. Entonces este año los productores consideraron, y creo que fue un acierto muy grande, que había que darle un poco más de fuerza al humor, para no olvidarlo también porque somos un pueblo que vive mucho del humor, y este año nos ha costado mucho a todos sobreponernos a este tema.
¿Cómo valoras la brutal evolución que ha tenido tu personaje a lo largo de la serie, desde el primer capítulo hasta ahora, con todo lo que le ha ocurrido?
La valoro con un 10 absoluto. Si cuando empezó esta serie me hubiesen hablado de todo el arco que iba a tener este personaje, ya me esforcé para que me lo dieran, pero me habría esforzado muchísimo más. Y lo habría celebrado con champán, sin lugar a duda. Porque es la oportunidad de interpretar a un personaje en tantas situaciones diferentes como las que ha vivido Iago, y las oportunidades que he tenido para trabajar distintas formas e incluso distintas vidas, dentro de una sola, y el arco que ha tenido, todas las cosas que han pasado… Es algo que un actor normalmente solo sueña, y yo he tenido la oportunidad de hacerlo.
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¿Cómo ha afectado a tu personaje la salida de Anna Castillo, que ya estuvo fuera casi toda la temporada, pero ahora parece que ya es definitiva? ¿Y a ti como actor?
Bueno, aquí definitivo no hay nada. Siempre decimos que en cualquier momento va a entrar Roberto Álamo por la puerta (ríe). Al final es una cuestión de agendas y de cómo juntar a todos los actores que quieren y que todos puedan hacerlo a la vez. Entonces, bueno, en la primera se pudo y a partir de la segunda empezó a ser más complicado. Anna Castillo ahora mismo vive un momento maravilloso en el que tiene que hacer un montón de cosas muy interesantes. De esto ya ha hecho un montón de capítulos, y ella consideró que tenía que hacer otros proyectos. Si entre medias cabe la posibilidad de que pueda volver con nosotros no me cabe duda de que lo hará porque disfrutaba mucho trabajando con nosotros y nosotros con ella, la verdad.
No estará Anna Castillo, pero sí Cristina Plazas y Lucía Caraballo. ¿Cómo ha sido tu reencuentro con ellas?
Maravilloso, porque me las quiero muchísimo a las dos. He trabajado mucho con las dos, más con Lucía delante de las cámaras, y más con Cristina detrás de las cámaras. Lucía es una actriz que está empezando y que aporta una frescura tremenda. Y Cristina Plazas es una actriz que lleva un recorrido que lo que es mejor es callarte y escuchar, porque lo que dice es algo de lo que debes aprender. Entonces para mí han sido dos pilares fundamentales de la serie y las eché mucho de menos la temporada pasada, pese a que tuvimos otras actrices impresionantes que cubrían ese hueco. Pero este año las volvemos a tener y echamos de menos a las otras. La vida es así.
¿Cómo reaccionáis los actores al leer los guiones? ¿Os sorprenden tanto como a nosotros los espectadores al ver los capítulos?
Pues sí, la verdad es que nos sorprenden mucho. No pensábamos que se pudieran hacer tantas temporadas, entonces cuando acabamos la segunda y nos dijeron “vamos a hacer una tercera”, empezamos a elucubrar qué podría pasar en una tercera temporada y nos hicimos nuestras cábalas. Y cuando nos llegaron los guiones era algo completamente distinto y muy por encima de todas nuestras expectativas. Eso mismo ha pasado con la cuarta temporada, que todavía estamos un poco flipando de todos los guiones que nos han llegado. Cada año cuando nos llaman para rodar nos empiezan a enviar los guiones y los leemos, alucinamos todos con la capacidad de los creadores de la serie para sorprender.
¿Qué es lo más fácil y lo más difícil para ti de dar vida al personaje de Iago?
Lo más difícil es cuando se lía a hacer todas las cosas que el personaje hace. Iago habla todos los idiomas, sabe artes marciales, puede descolgarse de un edificio, conducir cualquier aparato que lleve motor… Esa faceta que tiene el personaje y que yo no tengo, cuando he de mostrarla cuesta más. Pelearme con varias personas yo solo o cuando tengo que manejar un aparato o un coche de hace cincuenta años. O cuando tengo que hablar en chino o en ruso o en el idioma que sea, lógicamente eso se me hace cuesta arriba porque yo no sé hacer esas cosas. Y lo más fácil es trabajar con Javier Gutiérrez. Cuando me estoy estudiando una secuencia en la que estoy con él, reconozco que le dedico un poco menos de tiempo porque sé que hasta que no llegue él, la secuencia no está hecha. Y cuando entra él y empezamos a ensayarla, las horas que yo haya podido echar en casa, se convierten en minutos.
¿Cómo habéis vivido el reparto y el equipo de la serie rodar en plena pandemia?
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Ha sido duro, hemos hecho PCR semanales, análisis de sangre cada dos semanas de aquellos que habíamos pasado el virus, distancia, mascarilla hasta el momento de grabar, lo cual dificultaba muchísimo el poder tocarnos, el poder vernos la cara para ver por dónde vamos a tirar, para contar la secuencia. Además, claro estando acostumbrados a hacerlo de la otra manera. Ha sido muy complicado. También nosotros hemos necesitado un poquito más de humor de lo habitual para a veces terminar con una sonrisa las jornadas tan largas que hemos tenido.
Para acabar, resume en una frase, en unas pocas palabras, ¿por qué tenemos que ver la cuarta temporada de ‘Estoy vivo’?
Porque yo creo que vivimos un momento necesario para ver este tipo de cosas. Creo que es una ficción muy cercana, muy de casa, muy española, muy de las personas que vivimos en este país. Y creo que a la gente le va a hacer sentir bien. Creo que le va a hacer reír, en algunos momentos con un poco de suerte le va a hacer llorar de alegría, y, en cualquier caso, creo que cumplimos la finalidad de que el espectador termine el capítulo con una buena sensación. Yo creo que por eso es importante verla.
Ya para acabar la entrevista, ¿tienes algunos nuevos proyectos de cara a los próximos meses, ya sea en televisión, cine o teatro?
Pues sí, pero como todo se ha trastocado tanto, empezamos tan tarde a grabar, hemos terminado tarde, y ahora mismo está todo un poco bailando. La verdad es que literalmente no sé decirte lo que voy a hacer el mes que viene. Porque yo tenía un plan para este año, pero se ha visto totalmente trastocado, entonces no sé lo que puedo hacer, lo que se me junta con otras fechas, lo que no, y no lo sé, estamos ahora mismo volviéndonos locos con eso.
