En TVienes analizamos (sin spoilers) los primeros episodios de la temporada final de la serie de Movistar+
Dos años después del final de su primera temporada, ‘Hierro’ regresa a Movistar+ el próximo viernes 19 de febrero con su segunda y última temporada, que estará compuesta de 6 capítulos. La serie protagonizada por Candela Peña y Darío Grandinetti es una producción de Portocabo, Atlantique Productions y la cadena francoalemana Arte.
De nuevo, Peña y Grandinetti emergen como las grandes estrellas de esta ficción, retomando sus personajes de la jueza Candela Montes y Antonio Díaz, respectivamente. Ambos personajes están excelentemente diseñados y desarrollados por el equipo de guion que encabeza Pepe Coira, bajo la dirección de Jorge Coira, y una vez superada la fase de introducción de la primera temporada, ahora los vemos ya totalmente en su salsa y explotando todo su potencial.
Un binomio al que se une como tercer gran protagonista Matías Varela (‘Narcos’), que da vida a Gaspar, un turbulento hombre de negocios que se encuentra en plena batalla legal con su esposa Lucía por la custodia de sus hijos Ágata y Dácil. Un duelo que terminará desembocando en una serie de sucesos que obligarán a la jueza Montes a hacerse cargo, mientras trata de lidiar también con el empeoramiento del estado de salud de su hijo Nico. Y es que este caso será probablemente el que más afectará a nivel personal a Candela Montes.
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Paralelamente, los peligros no dejan de acechar a Díaz, y encima por partida doble. Por un lado, nada más empezar la temporada sufre un intento de asesinato por parte de un sicario (interpretado por Antonio Durán ‘Morris’), una investigación que también tendrá que asumir Montes. ¿Quién quiere matarlo, y por qué? Mientras que, por otra parte, también tendrá que enfrentarse a las consecuencias de la muerte violenta de Samir (Antonia San Juan) al final de la primera temporada. Un crimen que él no cometió pero que le llevará a estar en el punto de mira del hijo de la fallecida, y que podría poner en riesgo a sus seres más queridos, como su hija Pilar (Kimberley Tell). Estas piezas del puzle se irán encajando a medida que avance la historia y prometen ir in crescendo valiéndose del mismo tono que ya nos atrapó en la primera temporada.
Como no podía ser de otra forma, la isla del Hierro vuelve a ser otro personaje más de la serie, y quizá uno de los más importantes. La majestuosidad del paisaje, con esas montañas rodeadas por el mar, nos regala unos maravillosos planos que enriquecen la ficción y le otorgan un sello inconfundible. El ambiente claustrofóbico que transmite la isla sigue estando presente en todas y cada una de las escenas. Es la gran fortaleza de esta serie, imprescindible para acompañar un gran guion que, igual que ya sucedió en la primera temporada, vuelve a emplear giros inesperados que sorprenderán al espectador.
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‘Hierro’ no reserva nada en su segunda temporada, y con el final ya marcado, se encamina hacia él dándolo todo en cada capítulo, con un ritmo que no es trepidante pero que tampoco contemporiza. La decisión de condensar esta temporada final en 6 episodios, dos menos que la primera, es inteligente y permite poner toda la carne en el asador para no alargar en exceso la trama.
Con esta entrega final se pondrá fin a un proyecto que en 2015 fue descartado por Atresmedia y que años después consiguió ver la luz en Movistar, recibiendo multitud de premios entre los que destacan un Ondas a mejor guion y también a mejor intérprete femenina para Candela Peña, entre muchos otros. Con sus más y sus menos, y haciendo menos ruido de lo que merecía, ‘Hierro’ se despide para siempre con una última temporada que va a satisfacer a sus fieles.
