Ha sido expulsada tras presentar una prenda calificada como “poco arriesgada” y cuyas medidas estaban mal tomadas.
El tercer programa de ‘Maestros de la Costura 4’ ha estado marcado por la peculiaridad de los materiales y una prueba por equipos a la que, por primera vez en esta edición, sólo uno de los equipos ha tenido que asistir. El espacio ha comenzado con una primera prueba en la que el cuero fue el tejido primordial, con la inspiración de la icónica Alaska y el ganador de la anterior edición, Joshua Velázquez. Ana y Yelimar obtuvieron las mejores críticas por parte de los jueces y todo apuntaba a que Gabriel, después de recibir el mandil negro que lo llevaría directamente a la prueba de expulsión, sería el aspirante que no continuaría en el taller.
Posteriormente, en la prueba por equipos debían reproducir un vestido de Jan Taminiau, que apareció en una de «Los Juegos del Hambre». Para sorpresa de los jueces, ambos equipos realizaron un trabajo asequible y a la altura del programa, aunque el equipo naranja fue el triunfador. De este modo, Lluis, Ana, Yelimar, Javier y Gabriel deberían enfrentarse a la prueba de expulsión.
Finalmente, en la última prueba los aspirantes debían adaptar sus prendas a las medidas de modelos completamente ajenas a los estándares de belleza que suelen aplicarse al mundo de la moda, para lo que sirvieron de referente las últimas invitadas de la noche: la modelo Lorena Durán y la diseñadora y finalista de la última edición del programa ‘Who’s On Next’, Ynés Suelves. A pesar de no ser una prueba demasiado difícil en cuanto a la ejecución, el divergente concepto de sensualidad entre Ana y a los jueces, sumado a una prenda poco arriesgada que no favorecía en exceso a la modelo, supuso el fin de la continuidad de la sevillana en el concurso.
