No es oro toda la televisión que reluce.
Si te falta una buena serie para acabar el verano, tienes que ver ‘La voz más alta’ (‘The Loudest Voice’), miniserie Showtime de siete episodios que en España se ha ido subiendo a Movistar al mismo tiempo que su emisión en Estados Unidos. Basada en el libro ‘The Loudest Voice in the Room’, muestra los entresijos de la televisión informativa, y no precisamente todo lo que reluce.
La ficción saca a la luz todos los fangos habidos y por haber en el mundo de la comunicación: guerras entre corporaciones rivales, la hipocresía de sus directivos, puñaladas traicioneras entre trabajadores y, sobretodo, el acoso sexual. El acoso sexual al que Roger Ailes, presidente de una importante cadena de noticias, somete a varias periodistas, unas veces bajo la promesa de mejores condiciones y, en otras, bajo la amenaza de un despido inminente. ¿Terrorífico, cierto? Pues bien, la serie está basada en hechos reales, Roger Ailes existió y todo esto pasó de verdad en Fox News.
“María es una gran periodista de economía. Grandísima. Pero da la casualidad de que está como un queso. Y eso no viene mal para la audiencia” (Roger Ailes [Russell Crowe] en ‘La voz más alta’)
Roger Ailes fue un ‘pez gordo’, asesor de diversos presidentes republicanos –Donald Trump entre ellos– y directivo y productor de televisión. Pero también fue un depredador sexual, realidad que se destapó gracias a la denuncia de la presentadora Gretchen Carlson, víctima del acoso de Ailes durante sus más de diez años en Fox News y personaje relevante de ‘La voz más alta’. La serie recuerda a ‘House of Cards’ por lo diabólico de su protagonista que, sin embargo, consigue generar ciertas simpatías con un espectador que se convierte en cómplice de sus aspiraciones profesionales, quizá por la capacidad de atracción inherente al mundo de la televisión, quizá por las formas del personaje que, a pesar de no romper la cuarta pared, lo intenta.
’La voz más alta’ es también una oportunidad de oro para convertirte en testigo del proceso de gestación de un nuevo canal de televisión. En 1995, Estados Unidos solo tiene dos canales de noticias por cable, la CNN y la CNBC. Ésta última despide a Roger Ailes como presidente mientras entra en un acuerdo con Microsoft para crear un nuevo canal, la MSNBC, casi a la vez que Disney anuncia el lanzamiento de un canal de noticias para la ABC. En medio de todo este huracán corporativo, la News Corporation ficha a Ailes para lanzar Fox News. Y hasta aquí puedo leer, ya que continuar significaría destripar gran parte de la serie –¿es posible hacer ‘spoilers’ de una ficción que recrea una historia real ya conocida?–.
“La gente no quiere estar informada, quiere sentirse informada” (Roger Ailes [Russell Crowe] en ‘La voz más alta’)
Se hace corta una sola temporada de siete episodios, pero entiendo que una serie biográfica no se puede estirar mucho más allá de la vida –y muerte– de su protagonista. Mención especial para el equipo de caracterización, que consigue transformar totalmente a Russell Crowe, Naomi Watts y Sienna Miller, haciéndolos irreconocibles. Seguramente, ‘La voz más alta’ no tendrá la misma repercusión que otras series similares por no presentarse bajo el paraguas de plataformas más populares, como Netflix, pero puede ir con la cabeza bien alta. En España, además, Movistar ofrece muy inteligentemente un documental sobre la vida del señor Ailes, ‘Divide y triunfarás. La historia de Roger Ailes’, para satisfacer a unos seguidores que buscan saciar sus ansias de seguir conociendo más acerca de esta historia después del fin de la serie. Buenos tiempos para ellos –no tanto para News Corporation–, pues la vida de este magnate de la comunicación continuará ocupando muchas pantallas con el estreno en diciembre de ‘El Escándalo’ (’Bombshell’), película protagonizada por Charlize Theron, Nicole Kidman y Margot Robbie, que también contará la historia de un Roger Ailes interpretado por John Lithgow, así que qué mejor que ‘La voz más alta’ para introducirnos en la vida de este mediático personaje que tanto dará que hablar.