La vuelta de ‘Crims’ a TV3 ha logrado récord en audiencias, congregando al 44,1% de los jóvenes entre 13 a 24 años.
El grupo de Whatsapp de la universidad saca humo. Es lunes y vuelve uno de los programas más vistos de Catalunya. La nueva temporada de ‘Crims’, con dos nuevos casos a lo largo de cuatro capítulos, tiene a todo el mundo revolucionado, sobre todo al target juvenil, que espera el retorno de Carles Porta con muchas ganas. La mayoría de los que hablan por el chat universitario no pasan ni un segundo por TV3 a lo largo del día. De hecho, algunos vuelven a sintonizar la cadena autonómica catalana por primera vez tras la final de ‘Euforia‘. ¿Pero qué tiene ‘Crims’ para captar la atención de la generación más complicada de atraer a la televisión convencional?
La primera parte del crimen ‘Girona-Madrid’ ha conseguido un estratosférico 28,8% de share y 642.000 espectadores, récord histórico del programa. Esta cifra sorprende todavía más cuando los contactos rozan el millón de personas y el dato entre los jóvenes de 13 a 24 años llega al 44,1%. En definitiva, en la noche de los lunes casi uno de cada dos jóvenes catalanes sintonizan TV3 para disfrutar de ‘Crims’, convirtiendo el formato producido por Goroka en un auténtico fenómeno.
La principal virtud de ‘Crims’, y el hecho que lo hace del todo atractivo para las nuevas generaciones, es que no es un programa pensado para jóvenes. Lo sé, es contradictorio, pero ‘Crims’ no subestima al espectador benjamín, ni impulsa una segregación clara entre su audiencia, un hecho que lo convierte en transversal. El programa de Carles Porta hace algo difícil, pero efectivo. ‘Crims’ se fija en las historias locales para hablar de aspectos universales. Juega con la identificación de los espectadores, poniéndolos en situaciones límite en más de una ocasión. Una dinámica que, sumada a una excelencia técnica impecable, hace de ‘Crims’ un caramelito para la cadena pública.
Otro dato remarcable en la noche del lunes es el de ‘Zona franca‘. El late night de Joel Díaz pasó la barrera de los 100.000 espectadores, congregando al 10,1% de la audiencia. Obviando que TV3 prefiere relegar el formato a altas horas de la noche, anteponiendo repeticiones de sus prime times, la audiencia que aguantó hasta la llegada de Díaz le regaló un buen dato, una de las mejores cifras en cuanto a espectadores se refiere.
El mantra de que las y los jóvenes no consumimos televisión se desmonta fácilmente. Es cierto que es difícil acercar a las nuevas generaciones a la pantalla convencional, pero cuando el producto es bueno y cuenta con un universo propio, con una intención, el trabajo es mucho más sencillo. No es solo dotar a un formato de recursos, que también, sino del esfuerzo colectivo de todos los profesionales de TV3. Conseguir atravesar las pantallas y convertir el consumo televisivo en una experiencia.
Hoy, muchos de los universitarios que ayer se engancharon a la narración de Carles Porta visitarán la exposición de ‘Crims’ en el Palau Robert de Barcelona. Así continuan incentivando un imaginario colectivo que retroalimenta el éxito social del programa. Está en la innovación y la creación de nuevas maneras de consumir contenidos, la fórmula de conquista de las y los jóvenes por parte de los medios públicos convencionales. A veces, para poner luz a la oscuridad tan solo hay que tener intención de encender las bombillas.
