Hablamos con Álvaro que nos cuenta su paso por ‘Secret Story’.
Álvaro López ha sido uno de los grandes protagonistas de la segunda edición de ‘Secret Story‘. El joven, que fue el noveno expulsado contra Adrián, entró tres días más tarde que el resto de compañeros al ser positivo en COVID y su entrada revolucionó a toda la casa. Su concurso ha estado ligado principalmente a Nissy y Rafa, al que considera justo ganador de la edición.
Entraste tres días después de tus compañeros y lo hiciste pisando fuerte, ¿cómo viviste tú aquel momento de la broma?
En lo que respecta al primer día, yo lo viví a gusto. Me pareció un buen instrumento porque mi estrategia era intentar tener una visión global de todo lo que había ocurrido dentro de la casa en un vistazo. Me parecía una idea genial la oportunidad que me había dado el programa respecto al huevo para hacer esa broma, era una broma envenenada, pero así quería saber, primero quién era el más valiente de la casa para que se posicionara, porque mi idea era que se posicionaran y ver cómo reaccionaban entre unos y otros, pero mi sorpresa fue que ninguno lo hizo. No obstante, me dio mucha información porque si te pones a pensar las únicas personas que, a pesar de lo de la broma, fueron al menos a ver qué tal estaba, son las personas que más juego han dado dentro de la casa, por lo que esa broma fue algo premonitorio de lo que iba a ocurrir dentro del concurso.
Rafa, Alatzne y las gemelas fueron las personas que se posicionaron, no de una forma directa, pero sí que se posicionaron frente al resto de la casa simplemente por escucharme. Yo creo que fue una oportunidad tanto para mí como para ellos de poder haber brillado más. Estaba bien conmigo mismo porque era mi pretensión, yo entraba ahí como jugador, no pensaba que se habían formado unas relaciones tan intensas en tres días y yo estaba muy a gusto, con la conciencia tranquila, pero la verdad es que fue algo súper destructivo, me sentí mal sobre todo cuando vi que no tenía armario, cogí las perchas y me las quitaron, yo ahí empecé a pensar “vale esto va a ser un juego muy duro”, pero aun así estaba muy a gusto.
Muchos concursantes cuando pasan por un reality dicen que no han dado todo de sí mismos o que no se han mostrado tal y como son, ¿tú crees que has sido tú 100%?
Yo sí, al 100%. Yo tengo como dos personalidades, una la que es la mía y que mostré al tercer día hasta que acabó el concurso, y otra personalidad respecto a los juegos. Cuando se trata de competición o de juegos suelo ser una persona “más agresiva”, me gusta jugar fuerte. Yo sabía la incoherencia que se iba a desarrollar por ser yo mismo respecto al vídeo de presentación, porque el vídeo de presentación refleja lo que es mi personalidad en lo que es un concurso, que en este caso sería ‘Secret Story’, pero me di cuenta al tercer día que puedes entrar con estrategias de intentar potenciar tus virtudes o respecto a las nominaciones, pero lo que no puedes es intentar superponer tu personalidad de jugador o falsear la personalidad que tú consideras que puede conectar más con el público, a largo plazo es imposible ahí dentro. A pesar de la incoherencia que yo sabía que me iba a suponer cómo entré y cómo me iba a desarrollar dentro del concurso, siento que he dado todo de mi al 100%.
Has estado nominado 6 veces, ¿cómo vivías las nominaciones?
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He estado nominado junto con Rafa todas las semanas, salvo una creo. En la primera se pasan muchos nervios, pero cuando ya vas por la cuarta o la tercera se pasa aún peor, pero creo que es algo súper conveniente y súper bonito. Ahí el único poder o la única herramienta que tenemos los concursantes de castigar ciertas actitudes que no te lleguen a gustar respecto a tus compañeros es la nominación, pero una vez que sabes que vas a estar nominado sí o sí, pues ya no tienes frenos, ya no hay nada que te impida ser tú mismo. Yo ya lo veía como un regalo, primero por la información extra que te da de cara al exterior, por el calor que recibes del público o el odio que no sientes respecto a tus otros compañeros que les van a expulsar. Y otra cosa es la liberación que supone en un concurso como ese saber que no te tienes que preocupar por lo que es el centro del concurso que son las nominaciones, entonces yo nunca tuve miedo de salir antes o después porque sabía que, en cuanto el público no me quisiera, iba a tener la oportunidad de echarme.
Lo que verdaderamente me daba miedo es que estuviera ahí perdiendo el tiempo sabiendo que al público no le gustas nada u odia tu concurso y te estás escondiendo de algo que es lo natural, porque ahí solo gana una persona, por lo que yo me sentí súper liberado, no tenía ningún complejo ni ningún compromiso respecto al exterior gracias a las nominaciones.
Viendo tu paso por el concurso, ¿le darías algún consejo al Álvaro de hace unos meses cuando todavía no había entrado a la casa?
Como jugador le diría que desde el primer momento concursase con el corazón, que no intente hacer ninguna estrategia. Yo sé que me pasó factura el tema de Carmen porque me gustó, pero a mí eso me pasaba hasta en la universidad, que a los 10 días ya me gustaba una chica aunque no hablaba con ella, lo que ahí dentro te obligas a hablar continuamente. No es que se magnifique, si no que “se fuerzan” situaciones que en tu día a día no vas a tener. Yo no supe gestionar eso pero no me arrepiento de nada.
Si tuviera que recomendar algo al Álvaro de hace unos meses es: desde el primer minuto, olvídate de estrategias, de que es un juego, es tu vida, son personas y actúa con el corazón como siempre haces ahí fuera, porque el resto de todo lo que llegue a ocurrir, todas las consecuencias que tienes dentro de la casa aunque sea robar una naranja o una mirada simplemente puede desencadenar cosas tan bonitas que son experiencias únicas que voy a tener y que ya estoy teniendo del aprendizaje y la madurez que yo he tenido dentro no me lo va a pagar nadie.
¿Qué es para ti lo mejor y lo peor de tu paso por ‘Secret Story’?
Lo mejor, aparte de los amigos que me llevo que son sobre todo Rafa, Laila y Nissy, es especialmente haber conocido a Nissy. Yo siempre he estado en un entorno muy estático, con la misma gente y aquí he podido conocer a alguien con la experiencia vital como la de Nissy. Con Alatzne también me ha ocurrido que me ha tratado genial. Supongo que esa mezcolanza entre experiencias personales que yo nunca podría haber llegado a tener, cuando consigues conectar con alguien especial, te hace sentir único, que eso es lo maravilloso y la magia, aunque luego te despiertes del sueño y cada uno por su lado. En esos meses, a pesar de que eres consciente de que se va a acabar, ahí es tu mundo, no te puedes abstraer, es algo súper envolvente vivir ahí dentro, a pesar de que una forma racional tú sabes que te va a quedar un mes y vas a volver a tu vida. Y lo peor fue cuando se fue Nissy porque para mí es como si se muriera o como si me quitaran un cachito de algo. Es absurdo porque sabes que está bien, que está disfrutando, pero yo era ver su cama vacía y ya me ponía a llorar, no tiene explicación.
Actualmente, ¿cómo es tu relación con los compañeros que están fuera?
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Respecto a Héctor, Alberto o Elena es inexistente. Me llevo de una forma más directa sobre todo con Nissy, con Laila, y con Alatzne también he hablado, pero en menor medida, pero ya está, con esas tres personas y poco más. Era muy gracioso porque cuando venían los VIP, nos decían “no hombre, ya veréis cuando salgáis, cada uno va a ir por su lado” y nosotros “no eso es imposible porque vamos a estar todos juntos y tal”, pero es totalmente cierto, te llevas con una o dos personas como mucho a lo largo del tiempo, por lo menos en mi caso, no sé el resto de mis compañeros, pero unas tres o cuatro personas, y Rafa cuando salga también, pero ya está, no hay una unión, ni siquiera tenemos un grupo de WhatsApp, en ese aspecto somos un poco desastre como edición.
Antes has hablado de aprendizaje y madurez, ¿ha cambiado algo del Álvaro que entró en la casa o sigues siendo el mismo?
He cambiado muchísimo, sobre todo a la hora de la autoestima, de refuerzo personal, de confiar en la gente o incluso de abrirme con las personas y valorar, porque antes cuando veía a alguien no me preocupaba de sus problemas, yo consideraba eso como algo súper tóxico, me costaba mucho tener esa paciencia y yo creo que en esa casa lo que he entrenado de verdad ha sido la paciencia. He tenido que hacer un ejercicio alucinante. Algo que he aprendido en la casa es que todos estaban deseosos de hablar, que les escuches, que intentes comprenderles, aunque luego no les des la razón, pero en ese aspecto sí que he cambiado, sobre todo con mi entorno, ahora sí que me intereso mucho más. Antes cuando me contaban un problema, decía “bueno pues suerte”, pues ahora pregunto “pero, ¿qué te ha pasado? ¿Te puedo ayudar?”, intentaba como alejar esos problemas, esas responsabilidades.
¿Qué consejo le darías a una persona que se quiere presentar a ‘Secret Story’?
Que las dos primeras semanas coja todo el protagonismo que pueda, que genere un fandom suficientemente grande para que te aguante todo el concurso porque una vez que tienes esas dos primeras semanas los fans, da igual lo que hagas la tercera, la cuarta, la quinta semana que te van a defender hasta la muerte.
Y, para terminar, ¿quién quieres que gane y por qué la gente debería votarle?
Sin lugar a dudas quiero que gane Rafa y yo creo que le deberían votar incluso por decencia, para dotar de dignidad a esta edición, porque que gane alguien que simplemente se ha dedicado a dormir… Yo creo que Rafa ha pasado por todas las fases por las que debería pasar un concursante ganador o como mínimo un finalista. Y ya no hablo solo de su enamoramiento con Carmen, sino de su valentía a la hora de decir las cosas, el miedo a no estar nominado… Yo creo que de los finalistas, el único que cumple ese requisito es Rafa, aparte del humor, de la inteligencia, las primeras semanas analizamos súper bien el concurso él y yo dentro del cubo. Es un extraordinario concursante y yo creo que hacía mucho que no veíamos en televisión a un perfil como el de Rafa. Creo que se lo merece. Concursantes valientes en esta edición han sido pocos y el único que queda es él.
