Visitamos el centro de producción de Netflix en Tres Cantos, que cuenta con diez platós y la primera casa de posproducción a nivel mundial.
Netflix es indiscutiblemente uno de los gigantes del streaming a nivel mundial. Desde que aterrizó en España en 2015, la plataforma ha producido todo tipo de contenidos, con la ficción como principal eje vertebrador. Ahora, la compañía ha doblado su capacidad de producción en su centro ubicado en Tres Cantos, Madrid. Con esta ampliación, el espacio se convierte en la superficie de rodaje más extensa de Netflix en la Unión Europea, incorporando cinco nuevos platós y la primera casa de postproducción de la empresa a nivel mundial.
Netflix ha sido uno de los actores imprescindibles para situar a España en el mapa de la industria audiovisual a nivel mundial. “Antes soñábamos con ir a Nueva York porque era lo que salía en las series. Ahora la gente quiere visitar el Banco de España”, ha explicado María Ferreras, Global Head of Partnership y Business Development de Netflix, en la inauguración de los nuevos estudios. Sin duda, el riesgo y la valentía en las producciones españolas del último lustro han hecho de nuestra industria audiovisual un tesoro de lo más valorado más allá de nuestras fronteras. “Nadie pensaba en 2016 que conseguiríamos conquistar al mundo con tantas producciones. Estar en 190 de países, y no estar de puntillas, enamorando al mundo, es algo que antes no cabía en nuestro imaginario”, ha señalado Verónica Fernández, directora de Ficción de Netflix en España.
La gran virtud de Netflix es la voluntad de no poner puertas a la creatividad. La compañía americana centra su filosofía en llevar las producciones siempre un pasito más allá. De hecho, los nuevos estudios en Tres Cantos nacen con la voluntad de producir sin límites. “Ahora podemos hacer lo que sea, lo que se nos ocurra. No hay límites a la hora de contar historias, contamos con los mejores medios”, ha explicado Fernández. Por su parte, Mary-Kathryn Kennedy, vicepresidenta de Producción de Netflix en Europa, ha señalado que “Netflix es una empresa que nació en Silicon Valley, la disrupción está en nuestro ADN. Estos estudios permiten que los productores dispongan de herramientas para contar historias cada vez más eficientes. Que puedan experimentar aún más con las nuevas tecnologías”.
Una plataforma donde todas las ideas son escuchadas
Si algo defiende Netflix es que es una plataforma abierta a todo el mundo. “Nosotros no podemos estrenar treinta series cada semana, todo conlleva un gran trabajo de planificación, pero claro que escuchamos a todos los creadores, grandes y pequeños”, ha explicado Lisa Wegscheider, responsable de adquisición de contenido en Netflix España.
La dinámica de la plataforma con los creadores es la habitual en el sector. A través de pitchings con guionistas y productores, el equipo de la compañía decide qué producciones merecen recibir luz verde. A partir del acuerdo, el papel de la plataforma pasa a un segundo plano, limitándose a una función de asesoramiento. Es así como se asegura una libertad creativa con los productores, promoviendo un modelo de llaves en mano. “Este año hemos trabajado con más de 40 productores. Nuestro compromiso va de su mano. Netflix les necesita, esto no se acaba aquí, el año que viene queremos producir todavía más”, ha asegurado Verónica Fernández durante su intervención en la inauguración de los estudios.
Creatividad + Riesgo = Herramientas para narrar nuevas historias
En la visita al centro de producción de Netflix en Madrid Content City, la compañía ha mostrado cómo se están rodando las escenas especiales de ‘La sociedad de la nieve’, la nueva película de Juan Antonio Bayona. El film narra el accidente de avión que padeció un equipo de rugby de camino a Chile. El avión se estrelló en un glaciar en el corazón de los Andes y solo sobrevivieron 29 de los 45 pasajeros.
Ahora, el popular director está rodando el final del proyecto, que empezó hace más de un año en la ubicación real del accidente. Más adelante, en enero, rodaron en Sierra Nevada, donde construyeron tres aviones. “De allí nos fuimos a Uruguay para rodar en las mismas localizaciones donde se movían los supervivientes, que han estado en constante relación con el reparto. También fuimos a Chile, al otro lado de los Andes, donde sucede la parte final de la historia”, ha explicado el director.
El equipo de efectos especiales de ‘La sociedad de la nieve’ ha construido un avión sobre un ascensor para que se note la diferencia de alturas. “Fue el primer juguete mecánico que creamos”, ha detallado Alain Bainé, director de producción de la película. En uno de los platós de Tres Cantos reposa también un avión sobre una plataforma hidráulica que permite sacudir la nave por completo, simulando turbulencias muy potentes. Además, el equipo de efectos especiales ha previsualizado digitalmente todo lo que Bayona quería grabar antes de cada rodaje, para saber qué debían tener en cuenta en cada plano. Un claro ejemplo de las virtudes que aportan las nuevas tecnologías aplicadas como herramientas de producción audiovisual.
Del rodaje a la postproducción: hay infraestructura, pero falta talento
Otras de las grandes novedades del centro de producción de Netflix en Madrid es la inauguración de la primera casa de postproducción de la compañía a nivel mundial. Un espacio que cuenta con más de veinte salas de montaje, tres salas de etalonaje y otras tres de sonido. Además, también cuenta con un laboratorio de postproducción en la nube que almacena todo el metraje rodado, posibilitando una copia de seguridad más en el proceso.
La principal novedad de este espacio es que todas las salas de montaje están conectadas a la nube. Esto posibilita que los editores se puedan conectar al proyecto desde cualquier punto del mundo. “La pandemia nos hizo mover la postproducción a la nube. Ahora, hemos creado la infraestructura necesaria para que esto se convierta en una fortaleza. Es una tecnología eficaz que nos permite un flujo de trabajo efectivo”, ha objetado Mary-Kathryn Kennedy. Así pues, este espacio cuenta con un data center que manda la información sin comprimir y sin delays a los equipos con acceso, permitiendo la colaboración de montadores procedentes de cualquier punto del planeta.
“Debe quedar claro que hay mucha infraestructura, pero no hay talento. Los equipos los deciden las productoras. Este espacio se limita a estar al servicio de la comunidad creativa local”, ha señalado Víctor Martí, director de postproducción de Netflix España y Portugal. Por su parte, Kennedy ha asegurado que es vital la capacitación técnica. “Estamos formando a gente a través de talleres y workshops. Hay que incentivar el diálogo con la industria y seguir alimentándola. La tecnología se mueve más rápido que nosotros, tenemos que crear conocimiento para que los creadores cuenten con esta herramienta”, ha sentenciado. Por el momento, más de 300 técnicos y creativos han recibido formación en las últimas tres semanas.
En estos momentos, las veinte salas de montaje están ocupadas por las postproducciones de ‘Berlín‘, ‘La sociedad de la nieve‘, la séptima temporada de ‘Élite‘ y la segunda temporada de ‘Sagrada familia‘. Una absoluta factoría de superproducciones que alimentan el espíritu hollywoodiense de una plataforma que pretende continuar reinando en nuestro país durante mucho tiempo.
