Crítica de ‘La Novia Gitana’, cuyos dos primeros capítulos ya están disponibles en la plataforma de pago de Atresmedia.
Hay sensaciones que no se olvidan. Cuando una incipiente ‘La Casa de Papel’ llenaba una sala de cine de periodistas e invitados expectantes, algo diferente se podía palpar en el ambiente. Por aquel entonces, ni imaginábamos que estábamos ante una serie ganadora de un Emmy internacional que se iba a convertir en un fenómeno mundial. Ahora, cinco años después, el recuerdo de aquel estreno nos ha curtido y nos ha permitido convertirnos en una especie de videntes seriéfilos, pudiendo augurar cómo será el futuro de las series con sello Atresmedia, las únicas ficciones españolas capaces de conseguir hacernos vibrar aquí y más allá de nuestras fronteras.
Si me preguntas por el futuro de ‘La novia gitana’, la nueva serie original de ATRESplayer PREMIUM basada en la novela homónima de Carmen Mola, te puedo asegurar que viajará por todo el mundo. Nos encontramos ante un trepidante thriller repleto de tensión y giros de guion que dejarán al espectador con ganas de más semana a semana. Una serie perfectamente rodada que no tiene nada que envidiar a los blockbusters internacionales, pero con la diferencia de que cuenta con un contenido, unos personajes y unas líneas de texto, llenas de marca España. Una historia de aquí con un potencial increíble para petarlo a nivel mundial.
‘La novia gitana’, que ya tiene sus dos primeros capítulos disponibles en ATRESplayer PREMIUM, narra la historia de los Macaya, una familia gitana marcada por la desgracia. Protagonizada por Nerea Barros, que interpreta a la inspectora Elena Blanco, ‘La novia gitana’ muestra la realidad de la comunidad gitana, unida para hacer justicia. Tras el asesinato macabro de una chica gitana el día antes de su enlace nupcial, Blanco y su equipo deberán poner luz en un caso de lo más oscuro, que ya cuenta con un supuesto culpable encarcelado por los mismos hechos seis años atrás. Una serie policiaca repleta de escenas que no te permitirán parpadear ni un segundo.
La serie está muy bien dirigida por Paco Cabezas. El director sevillano vuelve a casa tras un largo viaje profesional por América. Allí tuvo los bemoles de rechazar a Steven Spielberg para volver a España para rodar en andaluz y en Andalucía. El reparto, encabezado por Nerea Barros, Ignacio Montes, Vicente Romero, Lucía Martín, Moreno Borja y Mónica Estarreado, entre otros, es una de las claves de esta ficción, que se posiciona como uno de los éxitos de la temporada. Una serie que cuenta con unas interpretaciones muy cuidadas, sin ningún actor que desentone. Si a las buenas dotes actorales le sumas una factura técnica espectacular, el resultado es una serie de lo más cuidada.
Los tonos ocres y azulados están presentes durante toda la ficción. También destaca el vestuario, que da una personalidad única a los personajes. La dirección de fotografía, liderada por Andreu Adam, introduce al espectador aún más en la historia. Esto se consigue rematar con un muy buen diseño musical de Zeltia Montes. Los propios actores alaban la tarea de Guillermo Spoltore, director de arte de la serie, que ha conseguido elaborar unos decorados de lo más realistas.
‘La novia gitana’ ha iniciado su camino con un aplauso unánime de la prensa especializada en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Y no desentona eso de “cine”, porque cada uno de los ocho capítulos que conforman la primera temporada de la serie es una pequeña película. Veremos cómo es la recepción del público, pero si algo está claro es que nos encontramos ante un nuevo serión. “Un pepinazo”, según los actores, que es “el mejor trabajo” de la carrera del director, en boca del propio Cabezas.
