En TVienes te contamos sin spoilers las claves de la nueva serie de Netflix.
Netflix vuelve a la carga en cuanto al lanzamiento de series españolas se refiere. La plataforma estrena ‘Feria: La luz más oscura’ el próximo viernes 28 de enero, creada por Agustín Martínez y Carlos Montero, responsables de otros éxitos como ‘Física o Química’, ‘La Caza’ o ‘Élite’, y producida por Filmax. La serie está protagonizada por Carla Campra, Jorge Motos, Marta Nieto, Patricia López Arnaiz, Ángela Cremonte, Salva Reina e Isak Férriz, entre otros, y consta de un total de 8 episodios.
La premisa de ‘Feria’ es bastante sugerente. Ambientada en los años 90 en la localidad andaluza de Feria, dos hermanas, Sofía (Carla Campra) y Eva (Ana Tomeno), tienen que enfrentarse al horrible crimen que parece que han cometido sus padres, que han desaparecido después de participar en un misterioso ritual tras el cual se han hallado más de veinte cadáveres. Todo ello las sitúa en el foco mediático en un pequeño pueblo en el que todo el mundo se conoce, y eso las convertirá en víctimas del odio y el rechazo de todos sus habitantes.
Paralelamente a esto, se abre una investigación policial en la que el inspector Guillén (Isak Férriz) tratará de resolver este extraño caso, con la ayuda de los agentes Sandra (Patricia López Arnaiz) y Marcos (Salva Reina). Los más de veinte cadáveres aparecidos no serán los únicos, y es que parece que en la localidad de Feria la tasa de criminalidad se ha disparado de golpe.
Un thriller de ciencia ficción un tanto forzado
Los espectadores que se esperen encontrar un thriller policíaco al uso no tardarán en comprobar que la cosa va por otros derroteros. El componente sobrenatural y fantástico no tarda en hacer acto de presencia, marcando de forma muy clara por dónde van a ir los tiros, que se escapan de lo ordinario.
Desgraciadamente, pese a que el punto de partida de ‘Feria’ es atractivo, los hechos se suceden de una forma un tanto errática a medida que va avanzando el primer episodio. Con ello, queda una sensación generalizada de estar viendo algo demasiado forzado. A partir del segundo, una vez ya inmiscuidos en la trama, se aceptan pulpos como animal de compañía, pero aun así a lo largo de toda la serie sigue habiendo determinadas situaciones que chirrían demasiado.
Algunos de los elementos que más desentonan se deben principalmente a una elección del casting no demasiado acertada en cuanto a algunos nombres (otros sí cumplen con nota, como por ejemplos los dos que aparecen encima de estas líneas). El problema es cuando los que más desentonan tienen demasiado peso en la trama, haciéndola aún más inverosímil y difícil de creer de lo que ya es de por sí.
No ayuda a ello ver a algunos actores que no son andaluces poniendo un acento andaluz demasiado impostado, a pesar de hacerlo lo mejor que pueden. Chirría y saca al espectador de la trama por momentos. Lo suyo habría sido contar para estos papeles con actores andaluces que habrían dado más credibilidad a la serie en este aspecto.
‘Feria’ no consigue ser ‘Paraíso’
Por otra parte, es evidente que los paralelismos con otras ficciones no van a tardar en aparecer. A muchos espectadores les vendrá a la mente ‘Stranger Things’, pero la comparación más interesante que se podría hacer es con ‘Paraíso’, el drama sobrenatural y de ciencia ficción que estrenó Movistar+ el pasado mes de junio. En esta comparación, ‘Feria’ sale claramente perdiendo, por varios motivos (por no decir en todo), pero principalmente por el poco carisma que derrochan sus personajes.
Y es que mientras en ‘Paraíso’ la emoción estaba a flor de piel desde el primer momento, con unos personajes atractivos, bien construidos y, sobre todo, una estética noventera que enamoraba, en ‘Feria’ todo ello brilla por su ausencia. La frialdad es absoluta, todo es extraño y desconcertante (para bien pero también para mal), y cuesta sentir el más mínimo aprecio por prácticamente ningún personaje. Tampoco se aprovecha lo suficiente la época en la que está ambientada la serie, que podría dar muchísimo más juego.
De la misma manera, si hay algo que debe estar cuidado en una serie con elementos de ciencia ficción son los efectos especiales. Quizá aquí es donde más margen de mejora existe, y es que el resultado final es demasiado cantoso. Se entiende la dificultad en recrear según qué escenas que se escapan de las posibilidades humanas y logísticas del equipo técnico, pero lo mínimo que se debería exigir es que no sé dé cuenta del truco hasta el espectador más novel.
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Un aspecto en el que cumple con muy buena nota es en la elección de la banda sonora, a cargo de Federico Jusid. Acompaña excelentemente algunos de los momentos más siniestros y escalofriantes, provocando una gran sensación de angustia en el espectador. Además, las localizaciones y el enclave natural en el que se graba la serie también enriquecen notablemente el resultado final, consiguiendo darle un halo de misterio y fantasmagórico.
En definitiva, ‘Feria’ no es una mala serie, pero desaprovecha un montón de elementos que podrían haberla convertido en un producto más digno y completo. Aun así, tiene suficientes alicientes a base de buenos cliffhangers para ser consumida en formato maratón, un clásico de Netflix. El problema es que, una vez terminados los 8 episodios, dejará poco poso al espectador, que la olvidará tan rápido como la ha consumido.
