‘Comando al sol’ viaja a las Rías Altas y a la montaña palentina

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RIAS ALTAS Comando al sol

‘Comando al sol’ busca el fresco del norte en las Rías Altas y la montaña palentina este martes 23 de agosto.

Buscando el fresco, ‘Comando al sol’ se pierde este martes 23 de agosto de TVE en bosques milenarios, en despobladas tierras de brañas y osos. Viaja a las entrañas de los pueblos, busca la arquitectura imprescindible y los tesoros gastronómicos de la desconocida montaña palentina. Después, recala en las Rías Altas gallegas, se asoma a escarpados acantilados, disfruta de las tranquilas playas de Viveiro y abraza al árbol más grande de España.

De este modo, la ría más ancha del Cantábrico da acceso a Viveiro, un lugar para pasear por acantilados imposibles, comer una de las mejores merluzas de pincho o asistir al Resurrection Fest, un festival musical que altera la rutinaria tranquilidad de esta pequeña localidad de 15.000 habitantes. Bares y restaurantes llaman la Marea Negra a los asistentes, un mar de gente vestida de oscuro que, al contrario de lo que el nombre pudiera sugerir, trae vida, negocio, alegría y dinamiza la localidad.

Fociño do Porco es una de las rutas más concurridas de toda la Mariña Lucense, una caminata por acantilados hasta una de las puntas de entrada de la ría de Viveiro. Siete de cada diez euros que genera la localidad son por la merluza de pincho. Otro de los espectáculos naturales de esta pequeña localidad marítima es Souto de Retorta, uno de los eucaliptales más ricos de Europa, contiene los ejemplares más centenarios de Galicia. Se plantaron para controlar las riadas y necesitan 100 litros de agua al día.

‘Comando al sol’ descubre «La montaña desconocida»

MONTAÑA PALENTINA Comando al sol

Carne de cordero, ajo, pimienta, cayena, laurel, vino blanco y mucho calor… Así se hacía el guiso del pastor tradicionalmente y así se sigue haciendo 50 años después en la fiesta de la montaña palentina. Muy cerca, en Cervera de Pisuerga, se encuentra la casa de Piedad Isla. Una vecina avanzada a su tiempo que convirtió su vivienda en el museo de un mundo que ya ha desaparecido. Arados, badilas, cocinas económicas, rastrillos, celemines, pupitres de la escuela de los años 60…

En el pueblo vecino, Olleros de Pisuerga, Abel, uno de sus 40 habitantes, enseña a decenas de turistas una ermita excavada en la roca. Conocida como la catedral del arte rupestre, recibe trece mil visitas al año y es uno de los edificios románicos que posee Palencia. La provincia atesora la mayor concentración de románico de Europa. Por otro lado, otro grupo de turistas se adentra en la Tejeda de Tosande, una una de las mayores concentraciones de tejos milenarios, huellas y restos de Oso Pardo.

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