El talent show de TVE ya tiene a sus finalistas.
La penúltima gala de ‘Maestros de la Costura 4‘ elevó el nivel más que nunca y nos dejó pruebas de auténtico vértigo. La presión de estar en la semifinal de la cuarta edición del programa y la dificultad de las pruebas definieron una semana en la que todos los concursantes corrieron riesgos y que supuso la expulsión de Laura.
La primera prueba de la noche destacó por el realismo al que se enfrentaban los concursantes. No sólo debieron tener en cuenta el tiempo, los tejidos y las propias dificultades de la costura, sino que tuvieron que realizar sus trabajos con un presupuesto máximo de 60 euros. De este modo, los concursantes tuvieron que confeccionar una prenda inspirada en la ‘Met Gala’ ante la iluminación del polifacético Josie, estilista y exconcursante de ‘MasterChef Celebrity’.
A consecuencia de haberse excedido en el presupuesto, Lluis contó con veinte minutos menos que el resto de sus compañeros, motivo por el que no llegó a colocar la prenda sobre el maniquí y ésta no pudo ser valorada. Por su parte, Yelimar obtuvo el primer puesto justo por encima de Gabriel con el segundo, y Ancor y Laura alcanzaron el tercer y cuarto puesto, respectivamente.
A continuación, la prueba por equipos rodeó a los aspirantes de un halo de nervios, ya que de ella dependía la identidad de los dos primeros finalistas de la edición. En compañía de Marcos Luengo e Isidro Blanco, diseñadores de la marca homónima del primero, los concursantes debían reproducir dos prendas de dicha marca.
Como ganadores de la prueba anterior, Yelimar y Gabriel se convirtieron en los jefes de cada equipo y contaron con ciertos privilegios, que se basaron en poseer un miembro más en su equipo, en el caso de Yelimar, y en escoger la prenda a reproducir, en el de Gabriel. Como sorpresa de la prueba, los jueces anunciaron que cada concursante sería juzgado individualmente y no de manera grupal, como es habitual.
Incluso a pesar de haber contado con la ayuda cosiendo de Marcos e Isidro, los resultados de la prueba fueron desastrosos para ambos equipos. Por este motivo, todos los concursantes se enfrentaron a la prueba de eliminación, a excepción de Ancor, primer finalista de la edición.
Laura, la peor valorada por el jurado
Finalmente, en la prueba de expulsión, la última antes de la gran final, los semifinalistas debían replicar una prenda original utilizada en la grabación ciertas películas ganadoras del Goya a mejor diseño de vestuario. La invitada de la noche, Loles León, sería la encargada de realizar el reparto de las cuatro películas propuestas entre los concursantes.
Laura entregó una prenda que no se parecía al original, aunque era estéticamente adecuada y le costó muchos minutos de llantos desconsolado a causa de la presión. A pesar de que los jueces elogiaron su actitud a lo largo de todo el concurso, no pudieron eludir los resultados de esta prueba y tuvieron que dejar a la madrileña a las puertas de la final.
