Isabel Rábago sufre un ataque de ansiedad en ‘Secret Story’: abandona la gala

0

La concursante tuvo que abandonar el salón para resguardarse en el cubo.

Nuevo amago de abandono en la undécima gala de ‘Secret Story’. La entrada de Adara Molinero y Miguel Frigenti ha revolucionado la casa. A la habitual insostenible convivencia se ha sumado una serie de bromas que los repescados han decidido cometer durante la noche. Al inicio de la velada, presentada por Carlos Sobera, el presentador ya hacía partícipe a la audiencia de lo ocurrido en las últimas horas.

“En la casa se respira nervios, indignación e incluso ira. Las últimas 48 horas han sido una locura. Dos famosas han querido abandonar: Adara e Isabel Rábago que ha dormido esta última noche en el sofá del cubo”, desvelaba. De este modo, Sobera se ponía serio para explicar lo ocurrido con la colaboradora de televisión: «a noche del martes acabó con Adara llorando desconsolada y al borde del abandono y resulta que esta pasada madrugada una broma de Adara terminó con Isabel descompuesta y entre lagrimas. La situación es crítica“, comentó el presentador desde plató.

Durante la noche Adara y Miguel decidieron asustar a Rábago gritando con un muñeco, lo que provocó el mal despertar de la colaboradora, que tras recriminar la actitud de los repescados, se dirigía al cubo visiblemente afectada. “Es que no es normal, ¿qué le he hecho yo a esta niña?”, aseguraba mientras pedía abandonar ‘Secret Story‘ y entraba en pánico.

«El vídeo es bastante suave para lo que yo viví en ese cubo con Isa. Le entró un ataque de pánico y de ansiedad», aseguraba por su parte Cristina tras visionar el vídeo. Sin embargo, Carlos Sobera tuvo que parar el programa tras ver que Rábago empezaba a sufrir otro ataque de ansiedad: «A Isa no la veo bien», aseguró el presentador, invitando a la concursante a abandonar el salón para que se tranquilizase.

Posteriormente, más tranquila, Isabel daba su versión desde el cubo: «Era de madrugada y decidieron, sabiendo que no quería bromas, estaba profundamente dormida y me pegaron un grito. Y yo me sigo preguntando por qué, porque yo no he hecho nada». Además, decidía volver a la casa con la cabeza bien alta: «Llevo 48 horas derrotada. ¿Sabes lo que te digo? Que voy a entrar en esa casa con la cabeza bien alta y no me voy a marchar arrodillada«.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí