La cadena privada catalana cambia de propietarios e inicia su nueva etapa el próximo 30 de agosto.
La existencia de monopolios en el sector de la comunicación hace que convivamos con una mirada única de una sociedad demasiado diversa como para contarse desde una sola perspectiva. En Catalunya el sector televisivo está monopolizado por TV3, una cadena que, pese a ser autonómica, congrega grandes masas de espectadores, con una parrilla competitiva basada en la información. Desde 2003, los catalanes y las catalanas tienen en el mando a distancia una opción más para consumir televisión en catalán. Nacida en 2001 como televisión local, la entonces Citytv empezó su andadura en el terreno audiovisual de la mano de grandes apellidos como Buenafuente, Arús, Clapés, Llàcer o Soler. Con el paso del tiempo, el proyecto televisivo del Grupo Godó se estancó y las pérdidas económicas fueron tales que la rendición y el paso a diferidos del año catapún fueron la única opción para la estabilidad de los Godó, dentro de la inviabilidad del proyecto.
El pasado mes de julio el Consejo Audiovisual de Catalunya aprobó la venta de 8tv a OC 2022 SL por diez millones de euros. La sociedad, liderada por Nicola Pedrazzoli, director de Teve.cat y Borja García-Nieto, presidente del Grupo Financiero Riva y García, dará el pistoletazo de salida a la nueva 8tv el próximo 30 de agosto. Con Frank Blanco como principal fichaje y una parrilla aun por desvelar, la cadena privada catalana arranca este nuevo capítulo de su historia lanzando un órdago al rey del sector: “TV3, ¿estáis preparados?”. Con este pretexto y con mucha curiosidad por ver en qué acaba convirtiéndose, analizo los principales puntos de acción que serán fundamentales para el éxito de la renovada 8tv.
Alejarse de la información y del contrapunto político
8tv no debe ser “la alternativa a TV3”. En mi opinión, debe complementar la oferta de la autonómica catalana, con contenidos únicos y alejados del convencionalismo. Si bien los de Sant Joan Despí tienen el servicio público y la información como eje transversal, la nueva 8tv debería alejarse de la figura de contrapunto político. No es necesaria una “TV3 no independentista”, primero porque las comparaciones son odiosas y los recursos de ambas corporaciones están en las antípodas y segundo porque tener unos servicios informativos propios precisa de una responsabilidad y unos recursos máximos.
Además, si analizamos el mercado catalán, la información en clave catalana está empezando a dejar de funcionar en lo que audiencias se refiere. En definitiva, si bien dar voz en programas de tertulia a los extremos políticos, camuflándolo de pluralidad, da muchos likes en Twitter, el sello editorial de 8tv debe protegerse al máximo para conseguir que la audiencia se identifique y se sienta cómoda consumiendo los contenidos de la cadena. Si de primeras se prostituye la identidad del canal, el recorrido se convertirá en una pendiente difícil de escalar.
Ofrecer una parrilla ambiciosa pero realista
Lamentablemente, en el sector privado los números son siempre una incógnita. Pese a no saber el presupuesto con el que cuenta la nueva 8tv, todo apunta a que las cifras son austeras. Eso no es sinónimo de mala calidad o de una parrilla débil, pero puede ir en contra del equipo de Pedrazzoli si se apuesta por unos contenidos demasiado ambiciosos.
La renovada 8tv debe buscar su nuevo ‘Arucitys’, que afiance la generación de un dato óptimo para la cadena. Frank Blanco será el encargado de conducir las nuevas sobremesas, siendo el fichaje estrella del canal. A él se le unen Carlos Fuentes, Ares Teixidó y Albert Lesan con su popular tertulia deportiva. ¡Y no hace falta mucho más! Es mejor rellenar una parrilla con pocos programas pero de una calidad técnica y de contenidos excelente, que meter programas de relleno que, pese a dar imagen, distorsionan el objetivo y la identidad de la cadena. Como decimos en Catalunya, al pot petit hi ha la bona confitura.
Potenciar el talento juvenil
Empezar de cero tiene sus virtudes. Las pretensiones son distintas y se generan espacios favorables a poder dar primeras oportunidades a jóvenes del sector. Siguiendo la estela de Teve.cat, donde ya se atisbó la voluntad de dar voz a la gente joven, 8tv debería compartir espacios con presentadores y colaboradores noveles. Aún así, es necesario que estos estén acompañados siempre de profesionales afianzados en el sector, ya sea delante o detrás de cámaras. Lo lógico en una inversión de capital y equipo humano tan grande es intentar realizar apuestas seguras y eso pasa, inevitablemente, por no dejar todo el peso de un espacio en personas que no dominan el tempo televisivo.
Afianzar un tono gamberro y fresco
Como ya he dicho, es importantísimo que 8tv apueste por crear su identidad de marca. Más allá del sello editorial y de los contenidos, es imprescindible generar un tono distintivo, que anime a los espectadores a quedarse. Así pues, siguiendo la apuesta jovial, 8tv debería afianzar un tono gamberro y fresco. Eso sí, no confundamos gamberrismo con macarrismo. No queremos una 8tv que viva del zasca y de ridiculizar al prójimo. Queremos una 8tv que complemente y vaya a la suya. Si dejan de generar ruido banal y se alejan de la creación de conflicto sin sentido, encontrarán un espacio diverso en el que generar un vínculo de confianza con el espectador, con un tono y un simbolismo que cree sentimiento de grupo. No hay nada más importante en televisión que conseguir que el espectador se sienta identificado con lo que ve. Que se sienta parte de una comunidad. En definitiva, vivir de fragmentos “virales” (entre muchas comillas) que se nutren de la trifulca twittera es pan para hoy y hambre para mañana. Y 8tv es mucho más que eso, al menos hasta el 30 de agosto.
