El actor nos atiende para darnos las claves de la nueva temporada de ‘Merlí. Sapere Aude’ y de su personaje, Axel
Jordi Coll (Mataró, 1985) es una de las nuevas incorporaciones de la segunda temporada de ‘Merlí. Sapere aude’, que se estrena el próximo 2 de abril en Movistar+. Coll dará vida a Axel, un nuevo personaje que aparecerá de golpe en la vida de Pol (Carlos Cuevas) y que se convertirá en uno de sus pilares fundamentales en los próximos capítulos.
¿Qué nos puedes adelantar del personaje de Axel, que llega a esta segunda temporada de ‘Merlí Sapere Aude’?
Axel es el restaurador del paraninfo, que llega a la universidad para hacer este trabajo. Tengo relación con María Bolaño, y de estar ahí en sus clases mi personaje se empieza a conocer con Pol.
¿Por dónde van a ir los tiros en su relación con Pol?
Se irán descubriendo. Hay una diferencia de edad de diez años y los tiempos son muy distintos. Las formas de ver las cosas también. Hay muchos puntos en común. Hay ciertos puntos vitales que has tocado en estos diez años y relativizas muchas cosas. No te tomas las cosas tan a pecho o quizá no te ilusionan tanto. Se van a ir descubriendo y moldeándose el uno al otro, por decirlo así. Porque quieren establecer esa relación, claro.
¿De qué forma va a cambiar tu personaje la visión de la vida que tiene Pol?
Dándole esa calma, además con esa actitud que tiene Axel, que es muy propositivo y socarrón. Axel es una persona que te lleva todo el rato a su terreno. La mejor forma de conocer a alguien es “vente tú”, es mi comodidad antes de ir yo a la tuya.
¿Cómo ha sido incorporarte a una serie que ya está muy rodada, en una segunda temporada de un spin off?
Una maravilla. Es como llegar con todas las referencias y a cero riesgo. Como consumidor de ‘Merlí’ sabía que el resultado del producto era una maravilla. Encima llegué y me encontré a un equipo increíble. Lo tenía todo muy cómodo y fácil, y he sido muy feliz rodando esta serie.
Tanto ‘Merlí’ como ‘Merlí. Sapere Aude’ siempre han sido muy atrevidas y desacomplejadas a la hora de mostrar escenas subidas de tono, siempre evidentemente con una justificación narrativa. ¿Seguirá esta línea en esta nueva temporada?
‘Merlí’ sigue siendo ‘Merlí’ y seguimos dando las cosas como tú has dicho, de forma justificada. Al final son escenas de la vida y se muestran, igual una escena en un bar que una escena de sexo. Entonces por todo lo que pasa en la trama hemos trabajado un poco la cantidad de esos momentos, pero es por la narrativa de lo que se va a contar esta temporada de la vida de sus personajes, y en concreto de la vida de Pol.
¿Cómo ha sido trabajar con María Pujalte y Eusebio Poncela, este último se incorpora esta temporada? ¿Has compartido escenas con ellos?
Con Eusebio no he tenido esa suerte, la verdad. Hemos coincidido ahí en el set de rodaje, pero de eso de vernos cuando llegaba el uno y se iba el otro. Entonces no hemos coincidido, nos hemos visto de pasada y nos hemos saludado. Eso sí, Eusebio impone cuando lo ves, y también es muy divertido. Es verdad que de esos cinco minutos siempre te llevabas una carcajada. Pero poca relación he tenido. Con María sí, he tenido la suerte de poder rodar mucho con ella y es maravillosa. Rodar entre risas y con ese talentazo que tiene ella delante, que nunca sabes por donde te puede salir.
¿Cómo ha sido el rodaje con la pandemia de por medio? ¿Temisteis que no se pudiera hacer?
Como todos los trabajos, tiene la parte de comodidad e incomodidad. El protocolo aporta seguridad. Nos hacíamos tests constantemente, y eso aporta seguridad de saber que no me voy a contagiar y también que no estoy contagiado. Yo al principio cada vez que me hacían una PCR o test de antígenos, era como tener la suerte de saber que mis familiares, mi mujer, mis hijos, éramos todos negativos porque yo lo era. En mi grupo burbuja yo era el abanderado en esa época. Pero sí, claro, en ese sentido es más incomoda la nueva normalidad que la antigua, pero se ha llevado muy bien desde producción y dirección y nos pusieron todas las comodidades del mundo. Y después del confinamiento tener la suerte de que me convocaran para unas segundas pruebas, esto a mitad de confinamiento no lo habría firmado en ningún papel.
¿Qué ha sido lo más fácil y lo más difícil de dar vida a Axel?
Lo más fácil ha sido trabajar con Carlos Cuevas, porque es una pasada de persona. De actor ya no lo digo porque lo sabemos todos. Todo facilidades, teléfono arriba, cualquier duda que tenía conectábamos… Lo más difícil a nivel del personaje era darle ese punto de no cruzar la línea a pasarse. La diferencia entre ser libre e invadir el espacio del otro. El trasfondo siendo una persona sin ninguna malicia ni ningún tipo de superposición hacia la otra persona. Simplemente le apetece estar con otra persona.
¿Qué te ha aportado este personaje que no hubieras hecho anteriormente en tu carrera?
La paciencia de escuchar tranquilamente. Eso los actores siempre lo decimos, lo de la escucha. Pero este personaje tiene una forma de escuchar lo que sea, depende de con quién, luego tiene sus tramas familiares, por supuesto. Pero en general, escucha y ve la vida con una calma que, si la decisión no la tomamos hoy, ya la tomaremos mañana. Que ya me gustaría a mí tener esa calma en la vida real (ríe).
¿Tienes nuevos proyectos en cine, tv o teatro?
Ahora estoy haciendo en Barcelona “Sopar amb batalla”, que es la función que teníamos desde mayo del año pasado. Estamos con el famoso tapón que se está haciendo, pero bueno, la teníamos que hacer. Y de audiovisual estamos ahí pendientes de confirmar una cosa que no puedo contar nada, pero que en breve espero poder decirlo.
