‘Comando al sol’ navega por aguas dulces hasta el sinuoso Cañón del Leza.
‘Comando al sol’ sigue este miércoles 25 de agosto la senda del agua, para disfrutar de calas idílicas, cuevas en el mar, ríos sinuosos, toboganes, saltos de agua, cañones de vértigo, masajes al fresco, paseos botánicos, baños de bosque, un chapuzón entre nenúfares, un valle escondido… De una caudalosa Rioja, donde no todo es viña ni vino, navega hasta Tossa de Mar, corazón de la Costa Brava.
De este modo, el viaje arranca en Tossa de Mar, que fue fortaleza amurallada, villa romana y escenario de Hollywood. Hoy el pueblo marinero sigue fascinando por sus calas idílicas, sus senderos, su casco antiguo y su gastronomía. Los reporteros de ‘Comando al sol’ visitan sus calas, recorren sus senderos, sus casas de viña y recalan en uno de los chiringuitos con más solera del pueblo para comprobar por qué dicen que es un destino irresistible en el corazón de la Costa Brava.
Y de las aguas turquesas del Mediterráneo, ‘Comando al sol’ navega por aguas dulces hasta el sinuoso Cañón del Leza, uno de los ríos más emblemáticos de La Rioja. Siguiendo la corriente, ya en el Valle del río Yalde, entre paseos botánicos, masajes con sonido del agua, baños de bosque y chapuzones en estanques naturales, los reporteros acompañan a quienes se oxigenan entre choperas, viñedos, robles o hayas, duermen en casas de adobe y paja y eligen alimentos frescos para volver al tajo después del descanso estival en pueblos remotos.
El viaje por La Rioja, la tierra del agua, la de los siete valles y los siete ríos, termina en el valle escondido. Así llaman al Valle de Ocón. Un territorio Reserva de la Biosfera, donde la densidad de población es de cuatro habitantes por kilómetro cuadrado, que ofrece cerezas, aceite, molinos de viento, un trujal, el cochinillo asado de Blas, el silencio de los pueblos lejanos y el empeño de sus vecinos por mantener viva su tierra.
