La concursante ha dibujado su curva de la vida y ha repasado sus mejores y peores momentos.
Ylenia se ha abierto más que nunca en ‘Gran Hermano DÚO’ gracias a la curva de la vida. El programa le propuso a la concursante hacer un repaso de los momentos más relevantes de su trayectoria, y aunque en un primer momento no se encontraba muy dispuesta, finalmente sorprendió con confesiones que pocos conocían sobre su vida.
La joven comenzó explicando que vivió una infancia muy feliz rodeada de su familia, aunque la sobreprotección de sus padres provocó que en su adolescente se convirtiese en una chica rebelde. Con catorce o quince años llegaba siempre tarde a casa, borracha y se peleaba con otros jóvenes en la calle: «La gente venía por mí y luego me acabé convirtiendo en lo que era esa gente». Aunque a partir de los 18 años empezó a encauzar su vida y después de sacarse el bachillerato, empezó en la universidad, donde empezó su enfermedad de Crohn, que provocó que abandonase la carrera al pasar hasta un mes ingresada en el hospital.
Después de aquello, ha desvelado que entró en ‘Gandía Shore’, un programa del cual se arrepiente: «El resultado fue muy duro porque mi imagen quedó por el suelo. Estaba avergonzadísima«. La concursante ha desvelado que aquello provocó que cayese en una depresión, hasta que vio ‘GH VIP 3’ como una nueva oportunidad para limpiar su imagen. Aunque a su salida fue todo a peor, ya que se encontró con una cantidad de trabajo que le sobrepasó y fue entonces cuando recurrió a las sustancias para sobrellevarlo: «Me aferré al alcohol y a las drogas. He fumado porros bastante tiempo de mi vida, y luego probé otras cosas peores«.
Fue en aquel momento cuando decidió dejarlo todo y retirarse de la vida pública: «Decidí apartarme de todo, pudiendo ganar un pastizal«, ya que ha confesado que tenía cerrado su participación en un formato mexicano en el que le pagaban mucho dinero. Finalmente, su entrada en ‘GH DÚO’ ha significado para ella un nuevo comienzo y ha desvelado que cuando salga no volverá a la vida nocturna, ya que no quiere volver a hacer bolos, y regresará a su vida normal.