El representante español ha pisado por primera vez el escenario del Expo Tel Aviv de Israel.
Un edificio que representa nuestra vida rutinaria. Una marioneta de tres metros de altura que te recuerda que estás atrapado. Una canción, ‘La venda’, que te invita a vivir. Son tres de los elementos esenciales de la puesta en escena de Miki para Eurovisión 2019. Una staging muy fiel al espíritu de la canción, con el que el candidato español busca devolver a los espectadores europeos la alegría de vivir.
“La canción empieza dentro de un edificio porque es la mejor manera de reflejar la rutina. Cuando empiezo a cantar, la canción les despierta y les saca de esa rutina. Cuando todos están despiertos, empezamos a bailar y cantar… Pero, de repente, cuando vemos esa sociedad que nos oprime, que está representada en esa marioneta, es cuando, solo con un pequeño movimiento podemos cambiarlo todo”, cuenta Miki sobre la propuesta.
Además, invita al público a unirse en el pegadizo estribillo en la parte de ‘Lo que ere’, con una cámara de acción en la mano que grabará a los espectadores: “Significa lo que realmente eres. Ponemos la cámara en mi mano para mostrar al público y que el público sea parte de la fiesta”. En el tramo final, unas huellas dactilares de colores que representan “la identidad única de cada persona”.